Tras el terremoto, el embarcadero natural del río Lebu desapareció y con ello el abrigo para las embarcaciones pesqueras, las cuales una vez desvaradas debieron emigrar de la ciudad capital de la provincia de Arauco.
De las 200 naves que componen la flota pesquera de Lebu, solo quedan 50 que no pueden zarpar debido a que se encuentran dañadas.
Actualmente, 15 mil de los 25 mil habitantes de la ciudad, dependen económicamente de la actividad pesquera. Esta es la única actividad productiva de la comuna tras el cierre de las minas de carbón, el resto de los habitantes son funcionarios públicos o municipales, pensionados de las minas o trabajadores de programas de emergencia.
Como muchas comunas de la Región, el terremoto sólo vino a acelerar procesos que ya se estaban desarrollando. Para enfrentar esto, es que las organizaciones sociales, sindicales y vecinales de la comuna han levantado un comité de Defensa de Lebú, el cual elaboró una propuesta la cual fue entregada hoy a las autoridades.