Yo vivía en un pueblo (Cañada Rosquín, Santa Fe) donde estaba prohibido hablar de peronismo y mencionar la palabra "judío". Me crié en ese ambiente. A medida que fui creciendo armé mi propia opinión. Perón era todo. Desde un obrero hasta un facho. Alguna vez el mismo Perón dijo algo muy cierto: "Está el partido conservador, el radical y los de izquierda". Y cuando le preguntaron por el peronismo, explicó: "¿El peronismo? Ah, peronistas somos todos". Pero al mismo tiempo Perón hizo cosas terribles, como cuando echó a los militantes de la Plaza de Mayo. Cuando estaba en España decía "si yo fuera joven estaría en la Argentina tirando bombas como los pibes". Esos pibes fueron claves para que pudiera volver, lo votaron y cuando le cuestionaron qué hacía el hijo de puta de José López Rega a su lado los rajó de la plaza y los traicionó. De ahí salió "sólo le pido a dios: si un traidor puede más que unos cuantos".
Justamente, entre esos silencios que rondan al conjunto de la sociedad, me sorprendió el mínimo rebote que cosechó la nota. Transcribiéndola tal cual, encontré sólo un par de medios locales bonaerenses: el diariodemardeajo.com.ar yenSemana, un semanario impreso de Ensenada. A su vez, otros dos portales la retitularon haciéndose eco de la rotunda y más fuerte afirmación de la nota: en lanoticiaweb.com.ar: León Gieco: «Perón traicionó a los jóvenes» (18 de Diciembre de 2011) y en diariodecultura.com.ar: León Gieco: «Perón traicionó a los jóvenes. De ahí salió «Solo le pido a Dios: si un traidor puede más que unos cuantos».
Personalmente llegué a la entrevista mientras redactaba «El Che Guevara y el rock argentino: 40 años latiendo en la juventud«, navegando en la red para encontrar data sobre la canción «A los mineros de Bolivia», incluída en el último disco de Gieco. Al comentar a gente amiga y compas de cursada de variadas ideas políticas (de marxistas hasta movimientistas, de chavistas hasta socialdemócratas, de nac&pop hasta troskistas), que Perón es el traidor de «Sólo le pido a Dios», la respuesta inicial osciló entre expresiones de mucha sorpresa, cierta incredulidad y alguna sensación de incomodidad. Al fin y al cabo, la afirmación era un certerocross de izquierda a la mandíbula del «sentido común». Los efectos del impacto comenzaron a disiparse iniciando animados debates.
En los ámbitos mencionados, los guiños y apoyos mayoritarios fueron para el cantautor. Y no unicamente basados en las fibras emocionales que evoca «Sólo le pido a Dios». Una canción que se hizo carne en un pueblo que venía de sufrir una durísima derrota histórica. Desde el vacío y dolor que dejó el plan sistemático de represión, tortura y muerte planificado con manual francés y ejecutado por la última dictadura, el tema se transformó en un himno del cancionero popular a partir de la guerra de Malvinas y más aún con la recuperación del hilo constitucional. Cabe agregar que esta canción también se ganó una amplísima repercusión a nivel internacional, siendo interpretada por reconocidos artistas (reseña wikypedia «Sólo le pido a Dios»). Sumado a ese impacto, entre otras razones, en esos debates improvisados también salió a relucir la amplia trayectoria de Gieco, vinculada a distintas luchas populares y por los derechos humanos.
Tampoco quedó al margen enmarcar el regreso de Perón. Surgieron menciones a las impunes masacres de Ezeiza y el accionar paraestatal de la Triple A; al nefasto López Rega, su mano derecha y quien heredó el poder político del estado tras su muerte; al haberse sacado de encima a los peronistas de izquierda Oscar Bidegainy Obregón Cano, que gobernaban las poderosas provincias de Buenos Aires y Córdoba tras haber ganado las elecciones holgadamente, etc. Hasta alguna opinión vio al retorno como un punto más en una línea de tiempo que incluía el exilio. Es que tras el reaccionario golpe de 1955 y su renunciamiento, Perón se asiló durante 18 años en países gobernados por férreas dictaduras, que incluyeron desde Leónidas Trujillo hasta Franco.
Pero el árbol no debe tapar el bosque. Más allá de la figura de Gieco, tanto al hablar del tema con distintas personas como en el poco rebote mediático de la entrevista, se plantea una cuestión de fondo: analizar el caracter reaccionario de la tercera presidencia de Perón parece seguir siendo un tema tabú, especialmente para quienes sostienen al Perón mito por encima de la realidad histórica.
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