"Las leyes de caza fueron hechas no por enternecimiento con los animales, sino para garantizar las presas a los cazadores, así también las leyes laborales son hechas para perpetuar la explotación" Rosa Luxemburgo
Desde hace varios años, trabajadores de empresas contratistas, subcontratistas como trabajadores suministrados iniciaron procesos de organización que culminaron en grandes e importantes luchas por mejorar sus condiciones de trabajo y de salarios. Entre estas luchas no publicadas en la prensa oficial están las de los trabajadores de transportes de la Coca-cola, de contratistas y subcontratistas de las mineras del norte, de suministradoras para los Call Center, portuarios, de contratistas de grandes hipermercados, de contratistas y subcontratistas de las salmoneras, etc.
Su petitorio apuntaba por distintos caminos a mejorar las condiciones de trabajo y salario. Siguiendo la vía legal y las movilizaciones, algunos trabajadores creyeron que la mejor opción era ser incorporados a la planta o empresa mandante, confiando en que éste solo acto significaría un cambio en su contrato, y por tanto mejoría en su trabajo y sueldo. En otros casos, el desarrollo de la pelea legal y de la pelea directa era contra el contratista y contra el mandante al mismo tiempo, para que ellos mejoraran las condiciones de trabajo y de remuneración, evitando así que se tiraran la pelota uno a otro y alargaran el proceso de negociación hasta que se agotara o se perdiera la paciencia. Estos trabajadores y sus organizaciones entendían que "pasar a la planta" no aseguraba un mejor trabajo. De hecho, venían viendo que los trabajadores nuevos que entraban a la planta comenzaban a entrar en condiciones similares a las de los contratistas, por lo que entrar a la planta no era la solución.
Fuera cual fuera la estrategia utilizada por los trabajadores y sus organizaciones, el proceso de luchas legales y de luchas directas (movilizaciones) seguía creciendo y sumando más trabajadores y organizaciones. Pero no sólo sumaba a trabajadores contratistas y suministrados. También dio origen a que otros trabajadores, con patrones de mandantes, comenzaran a discutir sobre sus condiciones de trabajo y de salario que igualmente estaban por el suelo.
Se iniciaba así una discusión entre los trabajadores contratistas, subcontratistas, suministrados -llamados externos- y los trabajadores de planta, los supuestamente fijos. En esta discusión se dieron cuenta que los problemas en muchos casos eran similares, si no los mismos: sueldo base muy bajo, bonos muy malos y que casi nunca se ganaban, jornadas de trabajo demasiado largas, poco descanso real, trabajo tóxicos, puestos de trabajo con ninguna comodidad, ningún reconocimiento al trabajador, sino mas bien, desprecio y falta de respeto hacia él, poca o nula seguridad y más encima con la inseguridad de que te "cruzaras" con el llamado "jefe", "coordinador", "encargado", "el capataz" del trabajo y te echara sin ni uno.
Todo este proceso comenzó a ser visto y analizado con preocupación por parte de los empresarios, sus gerentes y el Gobierno, pues era un proceso que aunque incipiente se comenzaba a radicalizar. Se hablaba del trabajo precario, de lo malo que era la flexibilidad, de que apenas sobrevivíamos con estos trabajos inseguros, de que el sistema económico y social sólo beneficiaba a unos pocos, que la situación era muy injusta y que era necesario modificarla de raíz.
Frente a esto los empresarios, sus gerentes y el Gobierno respondieron con una de las estrategias que han usado miles de veces: anunciar una Ley, hacer como que preocupan los problemas de los trabajadores, dejar pasar un tiempo y en medio de la parafernalia aprobarla.
El proyecto de Ley en realidad poco y nada tuvo de nuevo, pues gran parte de las "modificaciones" que anunció o ya existían en otras leyes o los patrones ya las hacían… ¿o alguien ha vivido o siquiera visto mejorar sueldos y trabajos después de la Ley?….o llegó el patrón y le dijo: "mire hombre (o mujer), salió la ley así que le voy a subir el sueldo y se podrá ir mas temprano. Pues de seguro no y eso es porque la Ley no hizo más que legalizar el trabajo basura.
Con el anuncio de la Ley y su posterior publicación se frenó por un tiempo no sólo el proceso de luchas legales sino que también las movilizaciones. Una importante cantidad de trabajadores "confió nuevamente" en las leyes y se desmovilizó, esperando que la inspección del trabajo "aplicara la Ley", olvidando que la inspección a lo más le va a pasar una multa al patrón. Este grupo de trabajadores ha apilado un sin número de denuncias en la inspección y su situación no ha cambiado. Tienen casi el mismo sueldo de antes y hacen el trabajo en las mismas condiciones anteriores. A lo más a algunos los pasaron para la planta, pero en el fondo con el mismo contrato y muchas veces renunciando a los años de servicio para mantener el trabajo.
¿Acaso les sirve a los trabajadores que el enganchador sea eliminado si el patrón verdadero va a pagar lo mismo? ¿Sirve acaso si vamos a trabajar en las mismas condiciones de inseguridad? ¿Sirve que disminuya el número de contratistas si el mandante igual despide cuando quiere y sin pagar los años de servicio?
¿En qué parte la Ley dice "el empleador debe mejorar los sueldos", "el empleador debe contratar en las mismas condiciones a todos los trabajadores y debe asegurar que sea en buenas condiciones"?. No. En ninguna parte dice eso. Y es porque esta Ley no fue hecha para beneficiar a los trabajadores. Esta Ley fue hecha para desmovilizar, frenar los intentos de coordinación entre distintos trabajadores, fue hecha para tapar la discusión sobre las condiciones de trabajo y de remuneración y así pelear por mejorarlas, fue hecha para legalizar el trabajo basura.
El problema no es que el patrón sea contratista, subcontratista o patrón de suministro o de empleo temporal. Nuestro problema es que los patrones, sea cual sea su calificativo, paga mal, hace trabajar en condiciones inseguras y hace y deshace cuando quiere y que esta situación es avalada por el gobierno y por los parlamentarios.
El único camino que les queda a los trabajadores subcontratados es retomar el proceso de movilización y lucha que habían emprendido.