Robinson Silva Hidalgo / resumen.cl
Para quienes preguntan y se emocionan con Podemos, esta columna busca decirles que esta «coalición electoral» no logró acercarse al PSOE y no representa, hoy por hoy, disputa alguna al sistema bipartidista actualmente reinante (nunca mejor dicho) en el Estado Español. Por varias razones no se puede hablar de un triunfo de la "izquierda radical" como majaderamente llaman a esta formación, que más bien intenta recuperar el Estado de Bienestar, tocado de muerte en todo el sur de Europa.
Podemos es una marca que incluye a los grupos venidos del movimiento social y el soberanismo de algunas naciones sin estado, es cierto, pero el verdadero golpe solo se dio en Cataluña, donde la marca se llama En Comú y Podemos figura como acompañante de la formación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau que ha logrado posicionarse no sin diferencias claras respecto a Pablo Iglesias, pues En Comú se acerca peligrosamente a un independentismo que Podemos no está dispuesto a aceptar. En Cataluña se obtuvo 12 diputados, superando a los socialistas y la derecha catalanista de Democràcia i Llibertat, otrora Convergencia Democràtica, ambos grupos habían logrado la mayoría allí y hoy la perdieron, y no gracias al programa de Podemos si no a los movimientos sociales liderados por Colau y que, no por nada, crearon su marca aparte: en Cataluña ganó En Comú.
Por otra parte de los 69 escaños logrados por Podemos en todo el Estado, solo 42 son de la formación, es decir, casi lo mismo que la derecha de Ciudadanos, ya hablamos de los 12 de En Comú y el resto corresponde a 9 diputados obtenidos por Compromís en el País Valencià, grupo político de la carismática Marina Oltra y que es preexistente a Podemos, viene también de un trabajo del soberanismo valenciano y los movimientos sociales, grupo que ha logrado horadar la hegemonía del franquista Partido Popular en esa nación. Los 6 restantes son de En Marea, un grupo soberanista gallego que ha logrado posicionar a la izquierda gallega y grupos territoriales de ese país y que han ido en coalición con Podemos.
Como ven la "victoria" de Podemos no se puede entender sin la importante participación del soberanismo cercano al independentismo Gallego y de los Països Catalans, Pablo Iglesias debe su tercer puesto en el congreso de los diputados a este fenómeno invisibilizado por los grandes medios.
Para cerrar y solo especulando sobre las posibles alianzas, el escenario es positivo para Podemos siempre y cuando la derecha logre formar gobierno, si es así y la investidura de Rajoy se concrete, los más dañados serán los de Ciudadanos, que apostaba a desplazar al Partido Popular, eso no pasará pues no alcanzaron a sacar ni el tercio de escaños que el PP (123 a 40). Hacer de oposición es cómodo para Podemos pues ahí encontrará la posibilidad de continuar sacándole el poco y nada de electorado a Izquierda Unida (ya lista para la autopsia con 2 escaños solo) y al PSOE (90 diputados y su peor resultado en la elecciones generales desde el fin del franquismo).
Si la derecha es algo inteligente dejará que el PSOE forme gobierno y hará que Podemos tenga que decidir si inviste a Pedro Sánchez como Primer Ministro, haciendo que tengan que probar su real vocación de transformación social y, sin duda, tensionando su relación con las formaciones soberanistas y movimentistas catalanas, valencianas y gallegas que han confiado en ellos. Este escenario es el peor para los socialdemócratas de Podemos.
Todo está en veremos y lo único que queda es esperar si Podemos responde a las altas expectativas que la izquierda gradualista del mundo pone sobre ellos, mientras tanto, en el Estado Español la crisis sigue y los revolucionarios están trabajando, día a día, en la calle.