[resumen.cl] Tras días de marejadas en el borde costero del país, las cuales proyectan continuar hasta el sábado, diversos registros y relatos dan cuenta de los efectos que estas han traído debido a, entre otras cosas, la falta de consideración que se ha tenido en la planificación de las zonas dirigidas a proyectos de construcción.
Desde mediados de semana que las marejadas se han presentado como un fenómeno latente a nivel nacional, el cual ha dejado daños en el borde costero del país.
Sin embargo, el hecho también ha visibilizado la advertencia levantada desde las comunidades respecto a la intervención que se pretende realizar -o ya existe- en los territorios de la costa, relacionándose, por ejemplo, con las obras portuarias y el loteo de zonas que no son edificables.
Uno de estos hechos ocurrió el pasado miércoles tras la inundación de la caleta Curanipe, donde pescadores acusaron vía registros y redes sociales la responsabilidad de las obras portuarias impulsadas en el lugar.
Sin embargo, el fenómeno no solo afectó a las caletas del país, sino también a territorios que se proyectan para la instalación de proyectos de edificación, tal es el caso del sector Arcos de Calán, ubicado en la comuna de Pelluhue.
En contacto con RESUMEN Rodrigo de la O, director de ONG Vigiliante Costero, indicó que este es un «evento natural que afecta todo el litoral y, en particular, se observa un anegamiento en lotes de primera línea de proyecto privado de parcelación en Playa Calan sur».
En este sentido, el evento de las marejadas «confirmaría que loteos en toda la costa no debieran realizarse en primera línea. Al contrario, debiera replegarse planificación y considerar franjas o zonas de mitigación con marejadas en aumento. Hoy olas alcanzaron los 8 o más metros, lo que debiese considerarse en cualquier expansión urbana o edificación», señaló Rodrigo.
Asismismo, el director de la ONG apunta a que las marejadas son un fenómeno que, pese a ser natural, han sido recurrentes durante los últimos años, enfatizando en que el hecho demuestra que existen zonas que «no son edificables y debieran considerarse cono zonas de conservación por su irremplazable función de mitigar y proteger», por lo que la planificación debiera considerar, a la vez, una mirada ecosistémica del territorio.
Fotografía principal: ONG Vigilante Costero