El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro será investigado por diversas situaciones contra el código de ética del organismo internacional. El inspector general ha afirmado no haber recibido pruebas del denunciante, pero existe un correo electrónico enviado por un periodista que ha llevado a una investigación formal, según señaló, recomendando al Consejo Permanente de la entidad que una compañía externa haga el proceso.
Ariel Ríos Pincheira
Las acusaciones anónimas contra Almagro consisten en la falta ética de haber mantenido «una relación personal íntima con una funcionaria», que sería de origen mexicano, «ascenderla, súbitamente y sin concurso, de un puesto de nivel medio a asesora principal» del secretario general, según señala un texto publicado en la página web de la OEA. Fuentes de la agencia AFP señalan que se trataría de la politóloga Marian Vidaurri.
La idea de dejar el caso en manos de una empresa externa fue propuesta por Uruguay y Antigua y Barbuda, señalando que Luís Almagro «ha violado las normas y reglamentos de la OEA». Asimismo, solicitan crear un grupo de trabajo para seleccionar a una compañía de «costo razonable» para que presente en tres meses un informe y «adoptar las medidas oportunas», dijeron. Perú, Guatemala y Paraguay se han sumado formalmente a este proyecto.
Además de estos tratos a favor de su supuesta compañera sentimental, la comunicación anónima recrimina a Almagro que haya despedido a una empleada doméstica chilena de la residencia oficial de la OEA. Esta trabajadora denunció haber sido «agredida verbal y físicamente» por su «esposa o exesposa».
Pero Almagro tiene múltiples acusaciones anteriores: México y Argentina han pedido su renuncia y, además, una corte de la OEA concluyó que causó «daños morales, personales y profesionales» a Paulo Abrao, esto por las declaraciones hechas cuando no renovó su mandato al frente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2020.
Luis Almagro ha tenido un paso polémico al frente de la OEA, manteniendo un tono beligerante en el peor momento de la crisis política y social venezolana, alineado con Estados Unidos señaló que no descartaba la intervención militar allí. También con Cuba ha mantenido agrias polémicas y en la destitución del presidente Evo Morales de Bolivia, colaboró dando legitimidad a las acusaciones para sacarlo del poder, que después se demostraron falsas.