Desde la ribera del río Queuco anuncian que comenzó un «reordenamiento para el inicio de limpiar nuestras ceremonias», proceso que consolida el avance de recuperaciones de comunidades mapuche en el Alto Biobío, enfocándose en sus elementos reivindicados.
Por J. Arroyo Olea
A inicios de este mes, se realizó en Malla Malla una ceremonia al interior de la comunidad mapuche que dio cuenta del abordaje que se está constituyendo respecto al proceso de recuperación en la ribera del río Queuco.
Durante tres días, la comunidad se reunió para fortalecer un proceso que, declaran, es necesario que avance a la par de la recuperación de tierras iniciada en los años 2000 en Alto Biobío.
En conversación con RESUMEN el lonko Segundo Suarez Marihuan señaló que la comunidad ha debido afrontar diversas complejidades durante las últimas décadas, pero que han mantenido no solo el avance del proceso de recuperación territorial, sino que «hemos iniciado un proceso de recuperación cultural, que considera también la importancia de la educación y las nuevas generaciones».
En este sentido, son cuatro los elementos reivindicados: tierra, cultura, justicia y libertad, sobre lo cual Suárez es enfático en señalar que el proceso impulsado da cuenta del «reordenamiento para el inicio de limpiar nuestras ceremonias, porque estaba contaminada por diversas razones».
Así, se considera que el proceso de recuperación de tierras ya se concretó, y sobre el cual es necesario avanzar en «acercarnos al origen, siendo primordial nuestras ceremonias».
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En este sentido, además de fortalecer los lazos entre la comunidad, el lonko Suárez enfatizó en que «avanzar en la recuperación cultural es sumamente importante para vitalizar el proceso que vivimos como mapuche, siendo primordial nuestras ceremonias «.
Además de la alta asistencia a la instancia, Segundo Suárez resaltó el hecho de que se generó un punto de inflexión al interior de la comunidad respecto a cómo se venía trabajando la cosmovisión mapuche, apuntando a «un fortalecimiento del proceso de recuperación empujado por la comunidad» ante la permanencia de amenazas protagonizadas por el latifundio y empresas extractivistas en el territorio.
Vale agregar que el proceso que se vive en el Alto Biobío ha avanzado progresivamente. En septiembre de 2021 comunidades mapuche de Rañilwenü sufrieron el intento de desalojo por parte de Fuerzas Especiales de Carabineros, generándose intensos enfrentamientos que mantuvieron bloqueado el camino como también resultó con personas heridas.
Por otra parte, en junio de 2022 se informó del ingreso de querellas contra 16 personas criminalizadas por el proceso de recuperación que se vive en el ex Fundo San Miguel, ante lo cual el lonko Segundo Suárez recordó que dicho avance de las comunidades «ha estado en crecimiento en los últimos años, desde el año 2018 con la reactivación de las recuperaciones de tierras ancestrales tanto en el Lob Pitril en el valle del Queuco, y la recuperación de Rgaliko en la ribera del Biobío».