Por Guillermo Camiroaga Correa / Resumen.cl
En la Torre 826 de la Carretera Eléctrica Cardones-Polpaico que construye la empresa Interchile, ubicada al interior de la Comunidad Agrícola de La Dormida, a más 30 metros de altura, soportando las altas temperaturas del día y el intenso frío en la noche, además de todas las dificultades y peligros que esto conlleva, dos hombres y una mujer permanecen firmes y decididos en esta acción de lucha que busca hacer reaccionar a las autoridades y órganos competentes para que hagan cumplir la legalidad y respeten los derechos de los comuneros de este sector de La Dormida que se oponen a la instalación de las Torres de alta Tensión al interior de su propia comunidad.
Hoy lunes se cumplen 7 días de la toma de la Torre y el campamento que se encuentra en la base de la misma, en donde comuneros y ambientalistas están instalados protegiendo y ayudando a quienes se encuentran protestando en las alturas y que fue denominado por ellos mismos «Campamento de las Estrellas» y por esta razón denominan «Valientes de las Estrellas» quienes se encuentran en lo alto de la Torre. Pero la protesta no comenzó hace una semana, ya que como ellos mismos relatan:
«Hace cuatro meses que comenzó la movilización de la comunidad de La Dormida en contra de la instalación de las torres de alta tensión, pero recién después de la toma de una de las torres de alta tensión, ilegal y abusivamente instalada en nuestra comunidad, las autoridades han debido poner atención a lo que acá está ocurriendo. Además con la caída del helicóptero y la muerte de las personas que iban e en él, cuatro de ellos ex uniformados, comandos que trabajaban como guardias para la empresa, esto ha tomado otro cariz. Nosotros tenemos mucha información de las irregularidades y abusos que se cometen en contra de los trabajadores que están levantando las torres y estamos convencidos que muchos de ellos no deben ni siquiera tener un contrato formal, ya que son migrantes, pueden ser haitianos, colombianos o venezolanos, que probablemente no tengan ni papeles. Los hemos visto como tienen que alimentarse en el suelo, incluso sobre unos relaves mineros contaminados cerca de una de las torres, hacer sus necesidades por ahí, transportar enormes y peligrosos pesos en zonas escarpadas, recibir materiales desde los helicópteros que hacen muchos viajes al día , sin ninguna medida de seguridad.
Nosotros hemos ido desarrollando distintas estrategias de lucha y seguiremos en esta senda defendiendo el medio ambiente y el derecho que tenemos a rechazar estas torres en nuestro territorio.»
Otra ambientalista agrega:
«Los carabineros se pasean por dentro de nuestro territorio tratando de amedrentarnos, pero nuestra actitud pacífica los ha descolocado. Incluso cuando llegaron Fuerzas Especiales dispuestas al choque, a una respuesta violenta de parte de parte nuestra, o a que les tiráramos piedras, nosotros los recibimos pacíficamente. Una noche, como a las cuatro de la mañana fuimos hasta el furgón que estaba acá cerca de nuestro campamento, rodeamos el furgón y le alumbramos hacia adentro, les preguntamos qué hacían acá, les dijimos nuestras aprensiones, que nos sentíamos atemorizados con su presencia, que no era legal, les dijimos que se supone que estaban para resguardar a los trabajadores, resguardarlos, además, nosotros nunca le hemos hecho nada y con ellos tenemos muy buena llegada. Nosotros hemos actuado tranquilos, en paz, aunque nos provoquen, porque cuando las Fuerzas Especiales cortaron las cadenas para entrar nos miraban y se reían de nosotros. Mientras los grabábamos les hicimos ver que estaban cometiendo una ilegalidad, ya que la autorización que tienen, según ellos de un Fiscal, es para resguardar que los trabajadores ingresen sin problemas a sus faenas y aquí en la noche no se trabaja. Además jamás hemos hecho algo contra los trabajadores. Hemos tratado de conversar para hacerles ver nuestro punto de vista y también hacerles notar como abusan laboralmente de ellos, haciéndolos trabajar en condiciones miserables y sin ninguna seguridad.
Nosotros nos vemos de repente como David y Goliat, pero cada dos o tres días tenemos nuestras reuniones y conversamos distintas estrategias. El objetivo es uno sólo: impedir la instalación de las torres de alta tensión en nuestro territorio, pero siempre poniendo por delante el diálogo. Hemos incluso ido haciendo conciencia en los trabajadores de la empresa, ya que muchas veces los trabajadores cuando pasan por acá nos hacen un gesto de aprobación o nos dicen algo positivo y nos apoyan. Claro que eso no pasa con los cascos blancos. Los trabajadores se han ido dando cuenta que esta lucha no es en contra de ellos.
Nosotros tenemos varias bases o campamentos. Aquí donde estamos ahora nosotros lo llamamos el CAMPAMENTO DE LAS ESTRELLAS y los compañeros que están en lo alto de la Torre los llamamos LOS VALIENTES DE LAS ESTRELLAS. Son tres, dos hombres y una mujer y hoy cumplen seis días arriba.»
Un lugareño que se encuentra presente en el campamento junto a la torre tomada, se acerca con su acordeón en mano y recita la siguiente paya:
«Yo soy un buen payador, que paya con emoción, que se vengan todas abajo, las torres de alta tensión.»
Ayer domingo un grupo de "Caminantes", que desde hace varios años se dedica a recorrer los cerros aledaños, amantes de la naturaleza y el respeto del medio ambiente, vinieron a solidarizar con quienes están llevando adelante esta lucha de resistencia por la vida, y con aplausos y vítores saludaron a los «valientes de las estrellas". Desde las alturas, uno de los manifestantes, megáfono en mano, agradeció este gesto solidario, manifestando:
«Gracias hermanes, vamos a darlo todo por todes, por los hijos, por los nietos que vienen, por nosotros mismos. Queremos expresarles nuestros agradecimientos de todo corazón, es de vital importancia el apoyo de todes ustedes, ya que somos uno y esta lucha es de todes. Saber que hay personas unidas por esta causa nos llena de fuerza, valentía y resistencia y no dar el brazo a torcer hasta que anulen el proyecto ubicado en la Reserva Mundial de la biosfera»