Es notorio que la derecha nacionalista (no necesariamente fascista pero siempre muy cercana a serlo) ha crecido mucho más en las elecciones al Parlamento Europeo que la izquierda anticapitalista. Los triunfos del español Podemos y del griego Syriza en las elecciones del Parlamento Europeo y a nivel nacional del PTB-GO! en el Parlamento Valón marcan algunos éxitos que podemos festejar.
El 25 de mayo hubo elecciones en Bélgica. Un país dividido en dos: Flandes y Valonia no tienen mucho en común. Apenas que los dos reconocen una misma capital: Bruselas. En el Parlamento Valón ahora tenemos un obrero siderúrgico. El triunfo de Fréderic Gillot es como si Roxana Miranda estuviera en nuestro Parlamento. Evidentemente no va a legislar, va a ser caja de resonancia de las luchas que se dan en la calle.
Pero más importante que eso es lo que pasó en el Parlamento Europeo. El triunfo de Podemos quebró el bipartidismo español y trajo crisis. Eso será motivo de un artículo posterior. Ahora quiero centrarme en la incorporación de Manolis Glezos a la Eurocamara. El camarada, con sus 92 años es el de más edad de los electos y por eso será el llamado a abrir la primera cesión. Y él ya lo advirtió: reclamara la deuda que Alemania le tiene a Grecia.
Manolis Glezos conoce de la deuda alemana. Él, junto a su amigo Apostolos Santas, fueron los que descolgaron la bandera nazi que las tropas de ocupación habían colocado en el Partenón. Ahí comenzó una historia de prisiones. Fue condenado a muerte por los nazis, pero logró escapar.
El PC griego (¡cuándo no los PC!) denunció a los milicianos que no entregaron las armas, muchos de ellos del mismo Partido, así que al terminó de la guerra volvió a prisión. Cuando lo eligen diputado en 1951 le tuvieron que llevar la noticia a la cárcel. No fue un diputado muy disciplinado. Pasó más tiempo en marchas que en su curul. Hasta que llegó la Dictadura de los Coroneles (1967-1974) y regresó a su ya acostumbrado calabozo. Su más reciente enfrentamiento con la policía fue el 2010, ya con 87 años. Le dispararon gases lacrimógenos directamente a la cara en una marcha contra la supuesta deuda griega. Si es Alemania la que le debe a Grecia por los años de invasión. Esta vez fue al hospital.
«Mis compañeros de lucha que murieron en las batallas contra las fuerzas de ocupación o fusilados exigen que se les represente», dijo nuestro camarada. Pero de hecho no es un político de salón. Su presencia en el Parlamento Europeo será para cuestionarlo, para decirles en su cara a los políticos mafiosos que Grecia no debe estar en la Eurozona. Que se trata de una nueva invasión -esta vez económica- de Alemania No sería raro que dure poco ahí