[resumen.cl] Durante la mañana de este miércoles, manifestantes contra el proyecto Octopus -hoy Biobio Genera- marcharon por el centro de Concepción para manifestar nuevamente su rechazo a la instalación de un terminal marítimo de gas en la Bahía de Concepción, un Gasoducto en Lirquén y una termoeléctrica en Bulnes. Además esta vez, los manifestantes entregaron una carta al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para pedir una nueva consulta ciudadana y entregaron otros documentos y una denuncia formal al Servicio de Impuestos Internos (SII) para que investiguen pagos irregulares de la empresa hacia dirigentes sociales en Penco.
Leonidas Arancibia, vocero de la Coordinadora Penco-Lirquén, declaró que entregaron datos al SII para que verificaran las transacciones irregulares de dinero que ha realizado la empresa Biobiogenera hacia la Unión Comunal de Penco, específicamente hacia su presidente Romualdo Sáez y su vicepresidente Cristián Campbell, a quienes señala como los principales «activistas» del proyecto en la comuna.
Guillerno Henríquez, representante de la organización «Bulnes sin termoeléctricas», declaró que con la entrega de documentos al SII, «buscan mayor transparencia», ya que hasta ahora, la empresa Biobiogenera estaría «aportando dinero a personas que no corresponden» señala. Además, los manifestantes hicieron entrega de una carta al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para solicitar una nueva consulta ciudadana al proyecto Central Termoeléctrica El Campesino» en Bulnes, porque consideran que las respuestas que la empresa entregó a las anteriores consultas no fueron satisfactorias, ya que el proyecto ha sido modificado en sucesivas oportunidades.
Por otra parte, Juan Sánchez, dirigente del Polo Gastronómico de Lirquén declaró que su organización se opone a la industrialización de la zona, ya que hasta ahora allí se llevan a cabo actividades principalmente de pesca artesanal y gastronómica, declarando además que no están dispuestos a conversar con la empresa, que no quieren mejoras al proyecto, ni compensaciones ni mitigaciones, únicamente que el proyecto sea desistido.
Mientras tanto, Oscar Ayala, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Tomé, declaró: «Si era tan bueno el proyecto, entonces ¿Por qué están entregando plata a dirigentes?» y además hizo un llamado «a toda la comuna de Tomé y a la región del Biobio para seguir luchando contra este proyecto hasta echarlo abajo».
La empresa BiobioGenera por su parte ha llevado adelante una campaña comunicacional levantando el discurso del gas como energía "limpia". Esta concepción del gas como energía limpia es un engaño a la población del Gran Concepción, pues si bien las emisiones atmosféricas producto de la generación de energía con gas natural son menores que con el fuel-oil y el carbón, el posicionamiento del gas natural como energía limpia en la región ha omitido importantes impactos ambientales como la liberación de metano a la atmósfera, las consecuencias de la extracción de este combustible en lugares cada vez más remotos, el costo ambiental y social de la extracción a cada vez mayores profundidades tanto en continentes como océanos y la fuerte dependencia política con potencias energéticas exportadoras.
Con la promesa de reflotar a la Región del Bío Bío como polo industrial del país, se omite que los grandes volúmenes de distribución que posibilitaría la sobreoferta de gas con la construcción del terminal marítimo GNL Octopus y el gasoducto asociado, entregarían mayores posibilidades para incrementar los impactos ambientales y sociales que ya producen las industrias pesquera, forestal, petroquímica y energética en la región. Este aumento en la oferta energética traería aparejado además un incremento en las emisiones de gases invernadero por combustión de gas natural, las cuales se incrementarían a nivel local de manera similar a las desalentadoras proyecciones climáticas globales para las próximas décadas.