Absuelto de todos los cargos en su contra, quedó el joven de iniciales B.Z.C, a quien se le estaba imputando, desde julio de 2020, los delitos de robo con intimidación y la quema de camiones al interior de una faena de forestal Mininco en Mulchén, por lo que debió pasar un año y tres meses en prisión preventiva. ¿La prueba en su contra? un pantalón negro con una franjas roja y blanca en un costado, que se supone, vestía uno de los atracadores el día de los hechos.
Por Juan Contreras Jara
Un joven, de iniciales B.Z.C, debió pasar 1 año y 3 meses en prisión preventiva y dos más bajo arresto domiciliario total, para que finalmente el Tribunal Oral en lo Penal de Los Angeles lo absolviera de todos los cargos en su contra. Los delitos que se le imputaban era de robo con intimidación e incendio, todo ocurrido al interior de una faena que mantiene forestal Mininco (propiedad de la familia Matte) en Mulchén, sin lograr acreditar su participación en ninguno de estos ilícitos.
Los hechos por lo que el joven, de por entonces 18 años de edad, debió pasar más de un año preso, ocurrieron la tarde del 20 de julio de 2020 en Mulchén, al interior de una faena de forestal Mininco, donde un grupo de sujetos incendió seis camiones y amenazó a los guardias de seguridad del terreno, dejando consignas mapuche en el lugar.
Como ningún testigo pudo identificar a estas personas, más que decir que estaban encapuchados y vestían ropas negras, se revisó la cámara de seguridad de uno de los vehículos, donde aparece una persona vistiendo un buzo negro con franjas de colores. Tras esta revisión y de manera totalmente antojadiza, el fiscal a cargo, Juan Yañez, ordenó revisar las cámaras del penal de Angol y la lista de quienes visitaron durante marzo del mismo año a los presos políticos mapuche Fredy Marileo y Sergio Levinao, vinculando sin pruebas a estas personas con la quema de los camiones.
Te puede interesar: Rebajan siete años de condena a militar que asesinó a joven durante el Estallido en Coquimbo
Sobre la escueta línea de investigación asumida por Yañez, la abogada defensora en este caso, Patricia Cuevas, explicó que, «lo único que se revisa es la nómina de marzo, donde habían seis hombres y se pide su foto de registro civil. Una persona que está afuera del CDP de Angol, usando un buzo, es comparada con la foto del registro civil de B.Z.C, que había estado en la visita de marzo y se les ocurre que es la misma persona. De ahí él quedo como sospechoso, nunca investigaron nada más».
Cabe destacar que el funcionario de la PDI que realizó este peritaje, no cuenta con la expertiz para realizar evaluaciones morfológicas y además, la foto tomada al afectado desde el Registro Civil es de cuando tenía 14 años de edad. En esta línea la defensora acotó que, «se capta la imagen de un encapuchado y luego lo comparan con el rostro de B.Z.C. Es ridículo, porque se le ve menos de 10 cm de cara, ni si quiera se le ve la ceja. Se le ve un tercio de la nariz y los ojos mirando hacia abajo».
Más de un año preso por un pantalón
El joven, de por entonces 18 años de edad, fue detenido el 16 de octubre de 2020, pensando contra él una querella de la Intendencia del Biobío (ahora Delegación Presidencial del Biobío) y de la empresa propietaria de los camiones quemados.
Durante su proceso judicial, el que vivió desde el inicio bajo prisión preventiva, su defensa intentó en dos oportunidades cambiar la medida cautelar sin éxito, pese a que no se presentó ninguna nueva prueba contra el joven, quien además no contaba con antecedentes penales previos.
Fue el 27 de enero de este año que el joven pudo acceder recién al cambio de medida cautelar, pasando de prisión preventiva a arresto domiciliario total, hasta el miércoles pasado, cuando fue absuelto de todos los cargos en su contra por el TOP de Los Angeles.
Sobre la absolución de su representado, Cuevas comentó que «lo que nosotros queríamos graficar era que había una línea investigativa totalmente cerrada y discriminatoria. Hubo un montón de falencias en la investigación». En este sentido la abogada apuntó a la pérdida de prueba, como lo fueron dos celulares presentados en primera instancia como evidencia por la PDI y que no fueron encontrados. Tras esto, la única supuesta evidencia que se mantuvo fue la imagen del encapuchado vestido con el pantalón negro y franjas de colores.
«Nunca se midió la caseta, para efectos, por ejemplo, de poder comparar la altura de estos sujetos que después fueron apreciados en las cámaras. No se toma ADN de la caseta, no se toma posibles huellas digitales de la caseta. Fue una investigación sumamente cerrada. El funcionario, cuando declara, dice que le llama la atención que B.Z.C. no sea morenito como los otros mapuche. Relacionarse con ciertas personas o vivir en cierta comunidad, no puede ser un indisio de ser sospechoso de un delito. El fallo, además, estimo que ni siquiera existió el delito de robo con intimidación y que sin perjuicio de que existió un incendio, en ese incendio no se logró acreditar su participación».