Ayer domingo se registró la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina, que además, renovaran parcialmente el Congreso y algunas gobernaciones provinciales e intendentes. En las pasadas elecciones primarias del 13 de agosto, denominadas PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), se había producido una gran sorpresa política, al triunfar el candidato de ultraderecha Javier Millei con el 29,86%. Fue seguido de la candidata por el bloque de derecha con el 28% de los votos (Bullrich obtuvo 16,81% sobre Rodriguez Larreta que alcanzó 11,19%) y en tercer lugar el oficialismo peronista con un 27,28% (en la interna Massa con 21,43% venció a Grabaois que obtuvo 5,81%).
Fue una sorpresa el resultado de las PASO, porque Milei es una figura comunicacional creada por la derecha política y algunos empresarios de las comunicaciones, para torpedear al Gobierno y con ello al candidato presidencial que emergió del peronismo, Sergio Massa, quien es nada menos que el ministro de economía del actual presidente Fernández. Sin embargo, la figura de Milei, agresiva e insolente, no solo horadó el voto oficialista, sino que también el voto de la derecha.
Los grandes grupos económicos y también de las comunicaciones, se percataron de esto e intentaron cerrarle espacios, quitarle tribuna. Pero ya era demasiado tarde, Milei se cargaba con su sorpresiva votación en las PASO no solo al peronismo, sino también, a la oposición de centro derecha (Juntos por el Cambio).
La reacción inmediata al resultado de las PASO se puede dividir en dos: el económico, absolutamente anómalo, por lo general el triunfo de un candidato de derecha o ultraderecha exita a los mercados. En el caso de Milei, el caos se apoderó de la economía Argentina y el propio candidato lejos de intentar calmar a los mercados, alimentó ese caos, con el fin de debilitar la votación del candidato peronista Sergio Massa, actual ministro de economía y hacerle pagar el descontrol inflacionario y del tipo de cambio.
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Previo a las PASO el dólar paralelo en Argentina (llamado Blue en aquel país) se cotizaba bajo los 500 pesos. Tras las PASO, el dólar blue sobrepasó los mil pesos argentinos.
La segunda reacción fue la política, la derecha quedó noqueada en las PASO y sin discurso, había elegido la línea dura de Patricia Bullrich por sobre el centrista Rodríguez Larreta, sin embargo, en el ámbito del discurso duro, les era imposible competir con Milei, nadie podía en su sano juicio ir más allá de un candidato con claros problemas psicopáticos. Con el agregado de que Macri, ex presidente y máximo referente de Juntos por el Cambio, mantenía un "affaire" con Milei durante la campaña, lo que debilitaba aún más a Patricia Bullrich.
El peronismo en cambio, a pesar de lo incomprensible que resulta entender el éxito electoral de un ministro de economía en un país cuya economía se cae a pedazos, la tuvo más fácil a la hora de construir un relato para las elecciones de la primera vuelta. Primero, porque Massa es un peronista de derecha, un neoliberal en el plano económico, con el apoyo de hecho de una parte de los grupos económicos de Argentina, por lo cual podía atraer hacia su redil votos centristas que Patricia Bullrich no podía atraer. Pero al mismo tiempo, Massa aprovechaba el éxito de Milei y el temor que esto causó en los votantes de izquierda para atraer aquel voto.
A esto, se sumó la intervención directa de Lula, quien entendió que el resultado electoral en Argentina, era un abierto choque geopolítico en el nuevo orden internacional. El mandatario brasileño se la jugó no solo por incorporar a Argentina en los BRICS en la cumbre de Sudáfrica, pese a que ya se había producido el triunfo de Milei en las PASO. Se movieron también los dineros chinos para el pago de los créditos del FMI en momentos en que la economía argentina podía caer en crisis absoluta y además, Lula puso al frente de la campaña de Massa a su propio asesor electoral. Diversos medios internacionales reprodujeron las frases de Lula cuando le dijo a Massa "tienes que ganar", "deja de juntar dólares y junta votos" o "Por la integridad del Mercosur, tu responsabilidad es ganar".
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En la campaña para las presidenciales se vio un notorio cambio en las medidas que Massa tomaba como ministro de economía, acentuando el control de precios, quitando el IVA a los alimentos, persecución policial de los especuladores monetarios, medidas que beneficiaban a los sectores populares y que se salían de la ortodoxia neoliberal, las cuales complementó con disculpas públicas al pueblo argentino por haber sido tan obediente al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Si a todo esto sumamos el trabajo casa a casa, villa a villa (nombre de los barrios marginales en argentina), que realizaron los punteros y la militancia peronista (única estructura orgánica real en términos políticos en Argentina con presencial nacional), a lo que podemos añadir el trabajo de los curas villeros, tradicionalmente contenidos y reprimidos de su hacer político social por la jerarquía católica, pero hoy liberados y apoyados tras los insultos de Milei al Papa, que incluyó una amenaza de romper relaciones con el Vaticano, generaron el escenario que todos vimos la noche de ayer y que sorprendió no solo a la prensa internacional, sino también a la propia sociedad argentina.
Los pronósticos de las encuestas ya vaticinaban hace semanas que habría segunda vuelta entre Milei y Massa, sin embargo, nadie especulaba que Massa triunfaría tan categóricamente en esta primera vuelta: fue el único candidato que creció en votación, no solo traspasó a su 21,43% de las PASO, íntegramente los 5,81% de los votos del izquierdista Grabaois, sino que fue mucho más allá, sumo más de 9,42% al total del bloque Unión por la Patria en las PASO (27,28%) y más de un 15% a su votación personal. En contraparte, Milei pasó del 29,86% al 30% de los votos, margen que se explica más bien por el tipo de conteo del voto blanco entre las PASO y las primarias, que por la suma de un mínimo marginal de votos. Y Bullrich, que abiertamente se derrumbó del 28% al 23,8 %.
Axel Kricillof en Provincia de Buenos Aires la clave de la Victoria de Massa en Argentina
Resulta paradójico que un economista de formación marxista como Axel Kricillof, fuera el salvador de un economista neoliberal como Sergio Massa. Y es que el triunfo de Kricillof en la Provincia de Buenos Aires se produjó en el distrito más poblado del país. El gobernador boraerense, ex ministro de economía de Cristina Fernández, venció rotundamente con más del 45% de los votos, siendo reelecto sin necesidad de segunda vuelta. De los 9,6 millones de votos obtenidos ayer por Sergio Massa en toda la Argentina, 4,2 millones de votos los obtuvo en la Provincia de Buenos Aires (el Buenos Aires Interior sin Capital federal)
Escenario para Segunda Vuelta
Nuevamente es el peronismo y su candidato Sergio Massa el único con un discurso capaz de sumar votos en segunda vuelta, ya se pronunció Miryam Bregman la candidata del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), que obtuvo 709.932 votos (2,7%) quien señaló que sin duda no son lo mismo Millei que Massa. Massa ha propuesto además un gobierno de unidad nacional a líderes de partidos regionales, como al líder del peronismo cordobés Juan Schiaretti 1.784.315 votos (6,8%), mensaje que también incluye a sectores de Juntos por el Cambio, específicamente, al histórico Partido Radical, que posee varias gobernaciones provinciales a los cuales Milei ha despreciado públicamente. En los actos de campaña Milei instaba a sus seguidores al grito "el que no salta es radical". Massa igual va por el voto en blanco y los que no votaron tratando de ganar allí, en el trabajo casa a casa que puede hacer la militancia, un activo político del cual Milei no dispone.
En teoría Milei debería ganar la segunda vuelta, su 30% mas el 23,85% de Bullrich, le dan de sobra un 53,85% de voto anti Kirchnerista. Sin embargo Massa no es Kirchnerista, los radicales que votaron a Bullrich no votarán a Milei, solo Macri parece comprometer votos a Milei, ya que Bullrich, tras reconocer la derrota, ni siquiera mencionó al candidato de ultraderecha, ni ninguna intención hacia dónde dirigir sus votos.
Los propios medios de comunicación que construyeron la figura de Milei lo han ido desechando, el triunfo de Massa ayer tranquilizó a los mercados, de hecho, el peso argentino se fortalece en estos momentos frente al dólar, lo que muestra que parte importante del poder económico comienza a cuadrarse con Massa.
El Congreso
La Unión por la Patria (Massa) es el grupo mayoritario en el congreso argentino con 108 legisladores electos, por sobre los 93 de juntos por el cambio (Bullrich) y los 37 de la Libertad Avanza (Milei).
En el senado pasa algo similar: Unión por la Patria 35 senadores, Juntos por el Cambio 24 y la Libertad Avanza 8.