Una tormenta eléctrica de gran magnitud y la caída de un rayo a un superestanque de petróleo en la ciudad de Matanzas, en Cuba, registrada el pasado sábado, generó  un incendio de enormes proporciones y que luego, durante la noche del domingo, se extendió hasta un segundo superestanque en una explosión y llamarada que pudo ser visto desde el malecón de La Habana, ubicado a 104 kilómetros de distancia.

Por Joaquín Pérez

Hasta el momento se habla de un bombero fallecido y de 122 personas heridas, de ellas 24 se encuentran hospitalizadas. Desde la misma noche del sábado la solidaridad de México y Venezuela se hizo presente, el primer día cuatro aviones mexicanos y uno venezolano llegaron hasta Cuba, con ayuda de diverso tipo, tanto para combatir el incendio como de tipo humanitaria.

Expertos de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), bomberos, equipamiento e insumos ya están integrados en Matanzas, en las tareas de sofocación del fuego, en una de las baterías de tanques de la principal terminal de distribución de combustibles de la isla caribeña.

Foto: Prensa Latina

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Durante el domingo nuevos vuelos procedentes de Mexico y Venezuela llegaron hasta Cuba, en el aeropuerto internacional del balneario de Varadero (Provincia de Matanzas), a 18 kilómetros de la ciudad de Matanzas. También llegó una segunda aeronave de la línea venezolana Conviasa, con personal experto en incendios de refinerías petroleras, 14 toneladas de espuma para apagar incendios y cinco toneladas de otros productos químicos utilizados en la sofocación de este tipo de siniestros.

En el área del incendio trabajan de manera conjunta cubanos, mexicanos y venezolanos, luego de consensuar las maneras de encarar el siniestro, enfriando los estanques no afectados e intentando evitar la propagación del fuego.

Foto: Prensa Latina

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