Desde 2006, la revista Mocha comenzó como un espacio para hablar de literatura y sus variantes. Actualmente, en la creación de Mocha Ediciones en el lanzamiento de su nueva colección "Viceversa" junto a autores como Barbara Calderón, Camila Mardones, "scar Petrel y Muñoz Coloma en el bar El Averno, se replantea la concepción de cómo la literatura unifica a las personas, dándoles el espacio condigno de esta "familia" que mencionan. El evento se constituyó de un acompañamiento musical junto a Piera Marchesani en un tributo a Cecilia la incomparable y, entre medio, los monólogos de los escritores. El ambiente se infundió de las cartas que se dedicaron mutuamente al principio, relatando las heridas -como las quiero nombrar- que recuerdan el inicio de sus carreras, a las adversidades que representa su estilo de escritura y frases que son merecidas de ser recordadas: "Escribir es buscar en lo más adentro lo que uno es" o "Útil es la palabra más aburrida que existe". Lo que quiero decir es que las historias se encuentran en cualquier lugar o momento, no importa la situación que nos someta el presente, lo peor de contar una historia por ejemplo es que esté mal contada. En este caso, la minuciosidad con la que detallan qué versión de la historia desean narrar es la humanidad que se necesita; el silencio extrañado de las voces que expusieron los escritores sobre los espectadores, quienes escuchaban con sigilo a cada uno de ellos.
Ilennia Viveros
La oportunidad de que la literatura se difunda entre la comunidad es inusual, más si es un bar. La frecuencia con la que se da son escasas, es más bien un privilegio si es que aceptan esta clase de presentaciones durante una jornada nocturna. Sin embargo, es parte de un estigma social que los refugia. Muñoz Coloma, escritor y artista audiovisual de la República de Hualqui, en el cuento "La memoria de mi gente" contestó a la pregunta de por qué la sociedad está predispuesta sin saberlo. Al escucharla, recordé el porqué una cierta cantidad de personas se reúnen en aquel bar, con un cierto tipo de personas y un talento que nos vuelve a todos en seres comunes, y es pensar por un segundo de cómo olvidamos nuestra verdadera esencia también es un trabajo que el arte logra responder por sí sola.
Mocha Ediciones se abre a la contienda que estas obras -que perfectamente pueden estar escondidas en un escritorio de noche- estén frente a un público dispuesto a leerlas y cobren vida por sus letras.
El festejo, los aplausos, el cálido ambiente y el trago vigoroso no faltaron y tampoco sobraron. Todos disfrutaron con ellos; de sus relatos, de sus tallas, la transparencia que cada uno de los escritores presenta una forma de ser y se refleja en su narrativa. Mocha Ediciones es una familia que da paso a que la literatura penquista continúe escuchándose, independientemente de la plataforma, la versatilidad con la que buscan contarla y a su vez, desafíe al escritor de encontrar la forma de cómo lograrlo da al hincapié a que los pocos referentes literarios de la región del Biobío se adentren a un nuevo océano mucho más grande y angosto que este.
Concepción es una ciudad con amnesia, también Santiago, Talca… y solo quedan escritores para curarla. Cual sea el desenlace existe más para contar junto a las nuevas generaciones de jóvenes escritores que aspiren a lo mismo, ser escuchados. Eso significa para mí Mocha, así como Polonio se refiere a Laertes previo a su partida en la obra de William Shakespeare, Hamlet: "A todos presta oídos; tu voz, a pocos. Escucha el juicio de todos y guárdate el tuyo". "Ni tomes ni des prestado, pues dando se suele perder préstamo y amigo". "Y sobre todo, sé fiel a ti mismo, pues de ello se sigue, como el día a la noche, que no podrás ser falso con nadie".