El día de ayer se hizo público el fallecimiento del criminal preso en el penal Colina 1, exoficial de Carabineros y exjerarca de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Ricardo Víctor Lawrence Mires, condenado a cadena perpetua por decenas de causas por delitos de lesa humanidad.
Por Darío Núñez
El exjerarca de la DINA formó parte del organismo represivo desde los inicios del aparato de exterminio creado por Pinochet y su mano derecha, Manuel Contreras. El entonces teniente de Carabineros comenzó sus actividades criminales en el llamado Cuartel Uno, que funcionaba en los subterráneos de la propia Plaza de la Constitución, luego continuó en funciones en el cuartel secreto instalado en Londres 38. Desde este recinto, ya formando parte de la Brigada Caupolicán de la DINA, con el nombre supuesto de "Julio Goren" y el alias de "Cachete Grande", siguió en Villa Grimaldi en donde se hizo cargo de la Agrupación Águila o "Los Guatones" de la mencionada brigada represiva.
En estos recintos y funciones criminales, Lawrence Mires concentró sus acciones de represión sobre los militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que intentaban oponerse a la dictadura y organizar la resistencia al régimen, siendo responsable directo del secuestro y desaparición de cientos de personas detenidas desaparecidas. Más tarde, a la agrupación represiva de Lawrence Mires le amplían los objetivos de exterminio desencadenando la represión sobre los militantes del Partido Comunista que funcionaban en la clandestinidad. En 1976 se traslada con su grupo operativo al Cuartel Simón Bolívar donde se consumaron decenas de crímenes de personas de esa colectividad política detenidas y posteriormente desaparecidas.
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El accionar represivo de Lawrence Mires continuó luego en el cuartel Venecia y en el cuartel Malloco, siempre a cargo del grupo Águila, ampliado y transformado en agrupación Delfín que comandaba el exoficial de ejército, Germán Jorge Barriga Muñoz, quien el año 2005 se suicidó para escapar de la acción de la justicia.
El criminal Ricardo Lawrence Mires estaba cumpliendo condena en más de 35 causas de delitos de lesa humanidad, que sumaban más de 400 años de prisión. Sin embargo, y dada la lentitud de las causas judiciales por causales de derechos humanos, recién el año 2014 comenzaron a cerrarse algunas de las causas con sentencias a firme. Desde ese mismo momento, el criminal se declaró prófugo de la justicia, recibiendo sueldo del Estado por su condición de exoficial de Carabineros (con el rango de teniente coronel en retiro), haciendo uso de prebendas, pero prófugo de la justicia para no acatar las resoluciones de tribunales. Este sujeto mantuvo su insólita condición de prófugo hasta enero de 2020, fecha en que se entregó para poder continuar con sus tratamientos de salud. La muerte del criminal habría ocurrido en un recinto hospitalario adonde había sido trasladado desde el penal penitenciario, pues Lawrence Mires padecía de una enfermedad terminal.
Es decir, no alcanzó a cumplir ni tres años de prisión efectiva. A las 35 condenas a firme, se le suman otras 11 causas que aún están en etapa de investigación, otras 74 que ya tenían sentencias de primera instancia, y otras 25 con sentencias de segunda instancia, que se acumulan en las Cortes de Tribunales sin ningún sentido de oportunidad ni de respeto por el deber que se supone tiene la justicia, produciendo efectos de impunidad para estos criminales de lesa humanidad.