La mujer que fue encarcelada con 23 años de edad, estuvo una década en prisión luego que fuera acusada de homicidio tras sufrir una emergencia obstétrica (y pese a que el feto sobrevivió) en uno de los países que más criminaliza el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo en toda América Latina.
Por Alejandro Baeza
Identificada como Jacqueline, sufrió una emergencia obstétrica que se tradujo en un parto extrahospitalario en julio de 2011, cuando tenía 23 años. Luego de pedir ayuda médica, fue detenida por la policía de El Salvador acusada de «querer abortar», a pesar de no tener una pérdida.
El 12 de diciembre de ese mismo año, fue condenada a 15 años de cárcel por el delito de homicidio en grado de tentativa. Fue luego de una década de lucha de organizaciones feministas que dan la batalla por liberar a mujeres encarceladas por estos motivos, que Jacqueline pudo salir en libertad luego de 10 años perdidos en prisión.
«La libertad de Jacqueline confirma el camino para la libertad de todas las mujeres criminalizadas por aborto y emergencias obstétricas, porque es una decisión de justicia para que en El Salvador no existan más mujeres denunciadas, perseguidas, procesadas, condenadas y encarceladas por problemas que deben ser atendidos por la salud pública», expresó Morena Herrera, presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto de El Salvador.
El país centroamericano tiene una de las legislaciones más antimujeres de América Latina, con penas que pueden llegar hasta los 30 años de cárcel por ejercer el derecho a decidir sobre su cuerpo.
Desde 2009 hasta la fecha, 65 mujeres condenadas por emergencias de salud durante el embarazo han sido liberadas gracias al trabajo de la mencionada agrupación y el avance del feminismo.
Sin embargo, desde el organismo afirmaron que aún quedan tres mujeres presas por este motivo en El Salvador.