Mujeres: De estudiantes a la Convención Constitucional

El acontecer y los movimientos de mujeres han impactado con fuerza tanto en Chile como en el mundo. Desde el llamado Mayo Feminista en 2018, las secundarias no sólo saltaron los torniquetes, sino también la inmensa brecha para alcanzar el histórico paritario logrado en las megaelecciones, lo que ha demostrado con creces la capacidad organizativa que poseen los movimientos y organizaciones feministas.

Trabajadoras, secundarias, universitarias y pobladoras -por nombrar algunas-, han expuesto una verdad: que ellas siempre han sido protagonistas de la historia. A pesar de los intentos de diferentes sectores por invisibilizarlas, esto no ha sido impedimento para que se posicionen de forma fuerte e imbatible ante este sistema.

En el 2018 se vio una explosión universitaria que estaba cocinándose a fuego lento desde hace mucho tiempo, pero que permitió revivir una llama ya casi imposible de apagar. El Mayo Feminista fue sin duda un paso significativo a lo que posteriormente se consolidaría con las demandas del Estallido Social.

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Si bien las cifras dicen que por lo menos nueve de cada diez mujeres han sido víctimas de acoso, abuso y/o violación, todas ellas llevan en la piel las vivencias y la fuerza política necesaria para liderar procesos en pos del buen vivir y para combatir la violencia multidimensional que las atraviesa. Finalmente, han ganado el lugar que siempre fue suyo.

Tales procesos sólo existen gracias a la movilización feminista y su propia fuerza: el tejido se conectó casi instintivamente y tuvo a las mujeres en las calles exigiendo dignidad por todo un país, porque el feminismo vela por todas las causas autodenominadas por otres en calidad de perdidas. Y mientras el movimiento social avanzaba, también lo hizo la urgencia de equiparar y balancear los espacios; el grito entonces se puso en el cielo y se adueñó de todos los territorios políticos: paridad o nada. Y ello se volvió realidad.

Tal cronología avanzó desde los anales del tiempo, se detuvo en un punto cúlmine de unión en un mes en éxtasis y desembocó en una ganancia magistral: 77 mujeres que redactarán la nueva carta magna en la Convención Constitucional. Pero tales victorias se cuentan por un cúmulo de ellas, donde una extensa y bramante marea morada logró instaurar las problemáticas en la agenda política y evidenciar la inoperancia del SERNAMEG frente a las demandas feministas, llevando constantemente a las mujeres a exigir la renuncia de las ministras que no respondieron a sus necesidades. Y no sólo ello, el movimiento feminista actuó en lugares donde la justicia se daba por perdida, y levantó la voz por todas quienes ya no podían hacerlo. La pauta de hoy es esperanzada: llena de sentimientos, amor, empatía y, por sobre todo, organización.

Aunque estos procesos no son en vano: si ayer fueron las secundarias y universitarias, hoy serán también aquellas que construirán las visiones del futuro, recreando las tensiones que enfrentamos en la cotidianidad, ahora en el Congreso, frente a aquellos que muchas veces dieron la espalda a las temáticas de género que demandamos. Estas voces que se configurarán como una sola, potente y fuerte, serán escuchadas.

Gran parte de las mujeres que constituirán la Convención, vienen de la profunda lucha que se atravesó en las calles, en su vida cotidiana y todos esos espacios que habitan, y al mismo tiempo, poseen sabiduría desde sus raíces. Dirigentas de pueblos originarios, secundarias, científicas, periodistas, abogadas, pobladoras, encarnan una a una los feminismos por los cuales luchan.

Aquellas que se atrevieron a hablar por primera vez de violencia en espacios donde no era permitido o donde pasaba desapercibido; aquellas que dieron los primeros pasos e inspiraron a más creando un efecto mariposa sin precedentes: aquellas son las voces del ayer, del hoy y del mañana, juntas entendiendo al movimiento feminista como un espacio que reconoce las virtudes de cada mujer y no las relega ni esconde en la marginalidad.

Equipo de Periodistas Feministas Resumen.

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