Carlos Páez Vilaró falleció en Casapueblo, una emblemática construcción modelada con sus propias manos sobre los acantilados que miran al mar en Punta Ballena. Durante su carrera el artista pintó centenares de obras y dejó su sello en murales en Uruguay, Argentina, Brasil, Estados Unidos y África.
El artista plástico uruguayo Carlos Páez Vilaró murió este lunes a los 90 años de edad, informó una fuente de su museo y taller de Casapueblo (Maldonado, este de Uruguay), sin precisar las causas de su muerte.
Páez Vilaró falleció en Casapueblo, su «escultura habitable», una emblemática construcción modelada con sus propias manos sobre los acantilados que miran al mar en Punta Ballena, en el exclusivo balneario Punta del Este (120 km al este de Montevideo, capital).
El pintor, ceramista, escultor, muralista, escritor, compositor y constructor uruguayo había nacido en Montevideo el 1 de noviembre de 1923 y vivió su juventud en Buenos Aires (capital de Argentina).
En Buenos Aires trabajó en una fábrica de fósforos, y luego en el sector de las artes gráficas. Pero a los 20 años regresó a Montevideo, donde descubrió las comparsas del Barrio Sur. El 14 de febrero pasado participó en la que fue su última fiesta de Carnaval.
Durante su extensa carrera el artista pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en monumentales murales en Uruguay, Argentina, Brasil, Estados Unidos y África, aunque sus obras también abarcaron la escultura, la cerámica, el cine y las letras.
Devorador de vivencias que lo llevaron a conocer a Pablo Picasso, Salvador Dalí, Andy Warhol, Fidel Castro o Brigitte Bardot, Páez Vilaró fue uno de los pocos uruguayos que pudo vanagloriarse de haber tenido una placa con su nombre en el Espacio de los Soles, en la calle peatonal Sarandí de Montevideo.
Comparte este privilegio con personalidades como Mario Benedetti, el exfutbolista Alcides Edgardo Ghiggia y la actriz Concepción «China» Zorrilla.
Uno de sus libros más emblemáticos es «Entre mi hijo y yo, la Luna», obra que escribió Páez Vilaró luego de la aparición de su hijo Carlos quien sobrevivió 72 días en la Cordillera de los Andes tras un accidente de avión que transportaba rugbistas del equipo uruguayo Old Christians.
Tras la desaparición de la aeronave, el artista se trasladó a Chile para colaborar con la búsqueda, que continuó tenazmente cuando terminó el operativo oficial, reclutando voluntarios, consultando a videntes e incluso internándose en la montaña.