Naomi Klein, intelectual canadiense y destacada militante del movimiento antiglobalización, dijo ayer que Grecia es un ejemplo del uso de la violencia legal, la brutalidad policial y la manipulación informativa para aplicar políticas ultracapitalistas.
Klein es autora del libro La doctrina del shock, un auténtico best-seller que desvela la forma en que las grandes corporaciones y las gobiernos poderosos recurren al uso sistemático de la conmoción y el miedo para aplastar la resistencia popular, cercenar los derechos sociales y desestructurar agresivamente las economías de los países más débiles.
En entrevista publicada por el diario Eleftherotipia explicó su visión sobre cómo se aplican las medidas de austeridad en Grecia y de qué modo afectan a la población.
Dijo que el país helénico "es un ejemplo clásico" de su teoría, en donde solo el uso de la violencia legal y la brutalidad policial, en connivencia con los grandes medios de prensa, hacen posible la aplicación de políticas ultracapitalistas, perjudiciales para la mayoría de los ciudadanos.
La escritora se refirió a cuestiones como el empeoramiento de los niveles de vida, el abandono de los sectores más vulnerables, la venta masiva de propiedades y recursos naturales del país y el aumento del racismo, para citar algunas de las consecuencias previsibles de las políticas de austeridad.
Igualmente resaltó el factor del cambio climático y sus vínculos con las industrias extractivas, un tema que abordará en su próximo trabajo, pues significan factores de riesgo para la seguridad y la vida de las poblaciones locales.
"Es normal que las personas se centren en los recortes a sus pensiones o en los despidos, pues son lo más cercano, pero en el caso de la mina de oro [de Skuries, al norte del país] la gente ha sido consciente de que es una amenaza inmediata para su seguridad, sus medios de subsistencia y la economía", aseguró.
Con respecto al auge del fascismo en Grecia se mostró sorprendida de que se acepte la previsible repetición de la historia, sufrida en Europa en la década de los años 30 del pasado siglo, cuando en un contexto de profunda depresión económica se impusieron condiciones humillantes e inmorales a determinados países.
Klein citó el caso de América Latina, para mostrar la forma en que de manera coordinada fue posible enfrentarse al poderoso Fondo Monetario Internacional (FMI), y sugirió la formación de un frente de negociación entre los países del sur de Europa.
"Siempre he pensado que la idea del contagio (del espíritu de rebeldía) es una de las respuestas, es a eso a lo que vuestros oponentes tienen miedo, a una organización en bloque", añadió.
Por último la activista consideró a los grandes medios de comunicación "cómplices" de las elites a la hora de difundir el miedo, instrumentos en manos de los poderosos para ocultar a los responsables de la crisis financiera que se inició en 2008 y propagandistas del libre mercado, un sistema del que decían "iba a durar para siempre".
Foto extraída de contrapunto2002.blogspot.com