El límite de la norma chilena para el material particulado fino (MP 2.5) es de 50 microgramos por metro cúbico (µg/m3). Mientras que el límite de la norma sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 20 microgramos por metro cúbico (µg/m3). En zonas afectadas por estos megaincendios se ha llegado a sobrepasar los 400 µg/m3, lo que significa que se ha traspasado más de ocho veces la (escuálida) norma chilena y 20 veces la norma internacional.

Por Alberto San Martín

Revise a continuación la peligrosa situación del material particulado (en µg/m³) en las zonas afectadas directamente por los megaincendios, tales como Santa Juana, Arauco, Nacimiento, Coronel, Lebu, Purén, Renaico, Mulchén, Los Ángeles, Yumbel, Cabrero, Hualqui, Penco, Tomé, Concepción, Dichato, Coelemu, Quirihue, Cauquenes, Cobquecura, Chillán.

Gráfico: Concentraciones de material particulado fino (MP 2.5) en la estación Yobilo de Coronel el domingo 5 de febrero de 2023 alcanzan 400 microgramos por metro cúbico µg/m3 superando ocho veces la norma chilena y 20 veces la norma internacional.

Durante el domingo se registraron cifras por sobre 400 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en distintas localidades afectadas por la dispersión del humo de los megaincendios. Cabe señalar que las cifras de material particulado dentro de las zonas y las comunas directamente más afectadas (como los sectores junto a los focos) no han sido adecuadamente cuantificadas, así como tampoco la grave afectación que sufrió la población local.

Captura de pantalla del sitio weather.com del domingo 5 de febero de 2023 que muestra niveles de 420,35 µg/m3 de material particulado fino respirable (MP 2.5) en la comuna de Hualqui (dentro de la nube de humo generada por el megaincendio de Nacimiento-Santa Juana)

El humo de los incendios forestales contiene aerosoles contaminantes y material particulado fino (menos de 2,5 micrones) material particulado ultrafino (menos de 1 micrón), incluyendo microparticulas nocivas de alquitrán. Éstas pueden entrar en los pulmones y alcanzar los alvéolos, pasando al sistema circulatorio.

Los impactos en la salud fueron evaluados en estudios previos de incendios en Canadá, Estados Unidos, Brasil, Australia y Europa revelaron: mortalidad prematura, asma y reducción en la función pulmonar.

Un estudio de 2016 reveló que los mecanismos por los cuales el material particulado MP 2.5 causan efectos adversos a la salud pública incluyen la inducción de estrés oxidativo intracelular, mutagenicidad, genotoxicidad y respuestas inflamatorias.

Los efectos reportados incluyen: enfermedades pulmonares, cardiovasculares, diabetes mellitus, resultados adversos al momento del parto, entre otros.

Los resultados incluyeron más de dos millones de personas evaluadas por una media de 20 años. El estudio señala que «La exposición a incendios forestales estuvo asociada con un leve incremento en la incidencia de cáncer al pulmón y tumores cerebrales».

La investigación determinó que personas expuestas a incendios forestales a menos de 50 kilómetros de sus hogares en los últimos 10 años tuvieron un 4,9% de mayor incidencia relativa de cáncer al pulmón en comparación con personas no expuestas. Y presentaron un 10% de mayor incidencia para tumores cerebrales.

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Cabe señalar que los niños y niñas son especialmente sensibles a los efectos de la contaminación en comparación con adultos. Esto debido a que presentan un mayor ingreso de contaminantes a su organismos, y su mayor superficie de área pulmonar en comparación con su peso corporal.

En caso de ser afectados por la presencia de humo de incendios forestales se recomienda:

- Usar protección respiratoria (mascarillas, pañuelos húmedos, pañoletas, etc)

- Limitar actividad física al aire libre.

- Personas embarazadas, niñas y niños, adultos/as mayores, pacientes asmáticos o con problemas respiratorios deben evitar a toda costa la inhalación de humo.

- Cerrar puertas y ventanas.

- Conducir con precaución.

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En caso de ser necesario evacuar el lugar afectado por el incendio forestal, se recomienda intentar adelantarse al avance de los focos revisando la dirección del viento, el estado de las rutas y actuar de manera preventiva antes que el humo pueda envolver o cortar el paso de una posible ruta de escape.

- Alejarse de inmediato del humo del incendio.

- Utilizar en todo momento protección respiratoria, calzado resistente y ropa que cubra piernas y brazos.

- Se debe humedecer la protección respiratoria (pañuelo húmedo) y se debe respirar por la nariz.

- No se debe refugiar en lugares altos o contra el viento con respecto al incendio.