Este viernes fue inaugurada la sexta comisaría de Carabineros de San Pedro, que ha sido caracterizada por los medios de comunicación como un salvavidas a una comunidad afectada por la delincuencia. Sin embargo, vale la pena preguntarse de qué manera podrá otorgar armonía este centro que concentrará 160 carabineros y 29 vehículos o si es que lo podrá hacer.
Ha sido varias veces dicho que la comuna ha tenido un explosivo crecimiento demográfico, pero lo que no ha sido dicho con la misma frecuencia es que San Pedro no ofrece fuentes de trabajo. Es una comuna dormitorio para la mayoría de sus habitantes.
El 2005 comenzaron a llegar las 3.222 familias a San Pedro de la Costa, población donde se emplazó la nueva comisaría. Provenían de unos 70 campamentos de Chiguayante, Concepción, San Pedro y Talcahuano y según los propios datos del Ministerio de Vivienda:
-El 60% de las familias tenía un ingreso familiar de $120.000 mensuales o menos. El 30% tenía un ingreso entre $120.000 a $200.000
-El 42% de la población tenía, hasta el 2004, menos de 18 años. El 63%, es decir 7.617 personas de la población, tenía menos de 30 años.
-El promedio de años de escolaridad era, hasta el 2004, de 6 años.
28 mil millones de pesos de gasto público, repartidos entre el Miniesterio de vivienda, Mineduc, el Sence, el Fosis, Sercotec, Prodemu, Conace, Ministerio de justicia y otras instituciones no pudieron promover una vida armónica al interior del barrio.
Después del fracaso de este «gasto social» pareciera justificarse un gasto en represión. Pero qué pasa cuando el delincuente es hijo de una familia que constituye parte de la comunidad a la que se dice proteger con esta comisaría.
El asistencialismo y la criminalización son las clásicas cortinas de humo para una realidad que no tiene explicaciones para quienes hacen circo con ella.