[resumen.cl] La pobreza en Chiloé se agrava y es expresión de ello los nuevos cortes de ruta registrados estos últimos días en Quellón y Chochi, por parte de trabajadores cesantes de la industria del salmón, y la instalación de una Olla Común en la plaza de Armas de Ancud, donde comen las familias de unas 350 personas desempleadas, ya sea de la industria conservera, salmonera o de la miticultura.
En este contexto, este martes, los chilotes que habitan en Concepción realizaron una marcha por el centro penquista, la cual estuvo enmarcada dentro de una jornada nacional de movilización. Rodrigo Parraguez, representante de la organización convocante a esta actividad, explicó a Resumen que en un pago de tres cuotas «el gobierno no pasó los 750 mil pesos [de compensación], y tampoco este dinero llegó a todos… como a los trabajadores informales del mar. Cuando el gobierno amplió la cantidad de destinatarios del bono, «no alcanzó ni para la mitad de quienes estaban cesantes». Para graficar la crítica situación, Rodrigo planteó que «hay que comprender que en el mar de Chiloé trabajan más del 60% de los habitantes del archipiélago».
La política con la cual el Gobierno y la clase política ha abordado la realidad socioambiental de Chiloé obligarán a la población a continuar presionando por la implementación de medidas orientadas a revertir los múltiples daños causados por los diversos negocios extractivos o, al menos, por la consecución de recursos que les permitan subsistir. En este sentido, comenta Rodrigo, «ha habido un gran aprendizaje organizativo. El nivel de movilización que se llevó en la Isla durante 18 días, donde había 3 o 4 barricadas por cada kilómetro en los accesos a cada ciudad… hizo que se desarrollara un gran aprendizaje por parte del pueblo».
El colectivo de chilotes en Concepción continuará realizando diversas acciones.
Foto: Sebastían Valdés.