Este lunes 17 de octubre nuevamente amaneció tomado el Campus San Andrés de la Universidad Católica de Concepción, como en cada oportunidad; los alumnos se aprestan para el inminente desalojo, ya solicitado por autoridades del plantel. Es que el movimiento estudiantil de esta casa de estudios ha debiido lidiar con una realidad absolutamente distinta al resto de los planteles de educación superior, de los llamados tradicionales, en el país.
Los estudiante de la UC penquista, no solo han debido luchar contra un gobierno de derecha y la represión que este pueda desarrollar en contra del movimiento estudiantil, además se enfrenta a las propias autoridades del plantel, las cuales han desarrollado una política de persecusión, hostigamiento y represión en contra de los estudiantes.
Resumen llegó hasta el campus San Andrés, en Barrio Norte, para conversar con los estudiantes, la primera impresión fue haber retrocedido hasta los años más oscuros de la dictadura, los jóvenes ocultaban sus rostros y montaban vigilancia con la certeza de un inminente desalojo policial. Logramos romper el hielo y conversar con algunos de los estudiantes, quienes nos pidieron no ser identificados, nos hablan de sumarios en contra de quienes se movilizan: «Hoy los guardias privados contratados por rectoría, nos echaron los perros y nos amenazaron con armas de fuego. Contra esto debemos lidiar, con este tipo de autoridades cuenta este plantel, que se dice universitario y que sin embargo parece un cuartel militar o un convento religioso de la edad media» nos comenta un estudiante, a lo que una compañera suya agrega: «nada más alejado de una comunidad universitaria, de lo que debiera ser una universidad, que inevitablemente pasa, por espacios democráticos y de libertad»
Sobre su determinación: «Nosotros no podemos decir que tendremos una toma indefinida, lo que decimos es que estaremos hasta que nos desalojen, pero con la convicción de que nuevamente nos volveremos a tomar el campus. No podemos permitir que nos dobleguen, la lucha será hasta el final».
Lamentablemente los estudiantes que luchan por aportes basales a su universidad, se encuentran con que su principal enemigo son sus propias autoridades universitarias, las cuales serán beneficiadas con estos aportes: «Por esto nosotros demandamos la salida de Juan Cancino, Eric Aedo Jeldres y Teresa Lobos, ellos son los responsables de la represión que hemos debido sufrir los estudiantes de este plantel; mientras ellos estén en sus cargos, no será posible avanzar en transformaciones democráticas de la estructuras de la universidad, requerimientos mínimos para una sana convivencia».
Como en cada una de las oprtunidades en que los alumnos hicieron ocupación de la universidad, la rectoria sin mediar diálogo alguno, ordenó el inmediato desalojo policial, el cual se concretó durante la misma tarde de este lunes 17 de octubre. Sin embargo, esta no será ni la última toma ni el último desalojo.