Nuevamente un criminal y torturador se quita la vida

[resumen.cl] En horas de la mañana de hoy martes 24 se habría suicidado en su domicilio de la ciudad de Los Ángeles, el ex agente de la DINA-CNI José Artemio Zapata Zapata, condenado por crímenes de Alfa Carbón. El individuo utilizó un arma de fuego para quitarse la vida. Al menos una decena condenados que se han suicidado en postdictadura.

El ex empleado civil del ejército se encontraba en libertad provisional aunque fue condenado por el asesinato de Mario Ernesto Mujica Barros cometido el 23 de agosto de 1984, en la Población Orompello de la mencionada ciudad, como parte de los operativos de exterminio desarrollados por la CNI con la denominación de Operación Alfa Carbón.

En esta acción represiva ocurrida el 23 y 24 de agosto de 1984, la CNI perpetró un total de siete crímenes en las ciudades de Concepción, Los Ángeles y Valdivia, además de decenas de detenciones y de allanamientos de viviendas.

José Zapata Zapata era un agente que había comenzado su actividad en la DINA a fines de 1973, cuando cumplía con el servicio militar obligatorio y desde entonces permaneció en esa organización criminal como empleado civil; con el apelativo de "Guaso" y la chapa de Mario Ramos Sanhueza continuó luego en la CNI, integrando siempre la brigada regional Concepción de este aparato represivo. En la postdictadura, Zapata prolongó su actividad en el DINE, hasta el año 2005 en que fue jubilado por el ejército.

José Artemio Zapata Zapata a la derecha

En abril del año 2009 fue procesado por el ministro Carlos Aldana quien por la causa judicial relativa al asesinato de Mario Mujica. También tramitaba por separado los otros casos de la matanza.

Nueve años más tarde, recién en mayo de 2018, ya con estos episodios refundidos en una sola causa judicial, el ministro Aldana dictó condena, sentenciando en ella al ex agente Zapata Zapata, a la pena de diez años y un día de prisión por el asesinato de Mario Mujica. Por el mismo hecho también fue condenado el ex agente Bruno Antonio Soto Aravena. La condena aún no comenzaba a cumplirse, pues sucesivas maniobras dilatorias introducidas por los abogados de los criminales condenados, han retrasado las instancias de apelación y ejecución de la sentencia.

Un criminal no se redime suicidándose, pues de esa forma logra impunidad y escapa al sentido de la justicia. Justicia que, además, sigue haciéndose cómplice de los afanes dilatorios de los criminales y sus abogados. En la postdictadura al menos una decena de ex agentes de la DINA-CNI se han suicidado.

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