[resumen.cl] La pérdida de biomasa de distintas especies de insectos voladores en áreas silvestres protegidas de Alemania fue evaluada en un estudio recientemente publicado en la revista Plos One. Los investigadores alertan de una disminución estacional de un 76% y de hasta un 82% para la temporada de verano en la biomasa de insectos durante los 27 años que duró el estudio. Esto podría implicar severas consecuencias para otras especies que dependen de los insectos para alimentación o polinización, poniendo en riesgo el funcionamiento de todo el ecosistema y las sociedades humanas.
La pérdida de diversidad y el decaimiento global en las poblaciones de insectos podría generar efectos de cascada en las redes alimentarias impactando severamente los ecosistemas y la población humana que vive en ellos. Hoy se tiene certeza que la pérdida de insectos tendrá efectos negativos en el funcionamiento de los ecosistemas, debido al papel central que juegan en una amplia variedad de procesos, incluida la polinización, herbivoría, detritivoría y ciclo de nutrientes, entre otros procesos. Además, los insectos proveen una amplia fuente de alimentación para los niveles tróficos más altos, tales como las aves, mamíferos y anfibios.
Investigaciones recientes han reportado un patrón general de declive en la diversidad y abundancia de insectos. Por ejemplo, se estima que poblaciones de mariposas en pastizales europeos han declinado su abundancia en un 50% entre el periodo 1990 y 2011. Otros reportes de decaimiento de poblaciones de abejas y polillas alertan de la misma tendencia.
El cambio climático, la contaminación química, la pérdida, fragmentación y el deterioro de la calidad de hábitat han sido propuestas como algunas de las principales causas de este declive general de poblaciones de insectos.
Mientras estudios anteriores han buscado comprender la extensión y las causas subyacentes de este decaimiento, principalmente basados en la abundancia de especies o grupos taxonómicos determinados, el presente estudio buscó determinar los cambios en la biomasa, es decir, cambios en la materia acumulada de insectos, lo que pueden arrojar más información sobre el funcionamiento de los ecosistemas.
La importancia de evaluar la pérdida de biomasa en insectos
Los investigadores de la universidad Radboud de Nijmegen en Holanda, de la Sociedad Entomológica Krefeld de Alemania, y de la Universidad de Sussex en el Reino Unido usaron un protocolo estandarizado para medir la biomasa total usando trampas desplegadas durante 27 años en 63 áreas silvestres protegidas de Alemania entre 1989 y 2016. Las zonas de estudio eran representativas del paisaje típico del oeste de Europa y estaban insertas dentro de zonas con alto grado de influencia antropogénica.
Durante todos los años que duró el estudio, se muestrearon insectos a través de la temporada de marzo hasta octubre, usando trampas Malaise.
Los resultados del estudio arrojaron un importante decaimiento en la biomasa de insectos durante los veranos desde 1989. La pérdida de biomasa ha sido más prominente en la mitad del verano en comparación al inicio y la final de la temporada.
Los investigadores probaron la hipótesis de que cambios sucesionales en la comunidad de plantas, o cambios en las condiciones ambientales podrían haber afectado la biomasa local de insectos, y podrían explicar su declive.
Los resultados documentan una reducción dramática en el promedio de biomasa de insectos aéreos de un 76% y de más de un 82% en la mitad del verano durante 27 años de monitoreo. Esto excede considerablemente un reporte anterior que estimaba un decaimiento de 58% en la abundancia global de vertebrados durante un periodo de 42 años hasta 2012.
Los resultados de este estudio demostraron que los recientes reportes de decaimiento en varios grupos tales como mariposas, abejas y polillas, en parelelo a la pérdida de la biomasa total de insectos aéreos, indican que no solamente las especies vulnerables, sino la comunidad completa de insectos voladores ha sido diezmada durante las últimas décadas.
El estudio señala que este declive en la biomasa es alarmante, precisamente si se considera que las trampas estaban localizadas en zonas cuya función es preservar la biodiversidad.
Las áreas silvestres protegidas en cuales las trampas fueron emplazadas, limitan con el típico paisaje fragmentado del oeste europeo, y casi todas las locaciones (94%) presentan cercanía a campos agrícolas. Por lo tanto, el incremento en la intensificación de la agricultura industrial puede haber agravado esta reducción. Los investigadores señalan que sean cuales sean los factores causales responsables de este declive, ahora se sabe que han tenido efectos más devastadores en la biomasa total de insectos que lo que se había reportado previamente.
Los autores del estudio indican que la intensificación de la agricultura, el uso de pesticidas, los años de labranza redonda, el incremento en el uso de fertilizantes y frecuencia de utilización de otras técnicas agronómicas que no se pudieron incorporar en este análisis, podrían ser causas posibles.
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La intensificación de la agricultura industrial y sus métodos tales como el reemplazo de flora nativa o el uso de pesticidas neonicotinoides han sido asociados a un decaimiento general de la biodiversidad en plantas, insectos, aves y otras especies.
Los investigadores del presente estudio concluyen que hay una necesidad urgente de descubrir y revertir las causas de este declive, analizar sus dimensiones ecológicas y su extensión geográfica para comprender los impactos ramificados de esta disminución de insectos en el funcionamiento de los ecosistemas.