Este martes 31 de Julio, en las afueras de la Compin penquista ubicada en la Avda. Pedro de Valdivia, un hombre intentó quitarse la vida quémándose a lo bonzo en forma de protesta por el no pago de sus lincencias médicas. La acción fue impedida por Carabineros quienes deutuvieron a la persona.
La acción se suma a unos cuantos intentos más de otras personas de amenazar con quemarse a lo bonzo por el no pago de sus licencias médicas. Hace un par de semanas, una mujer con una depresión profunda denunció a la prensa el no pago de 8 licencias médicas, al igual que otro hombre que se encadenó en las afueras del recinto. Ellos se suman a los habituales y comunes reclamos de todos los meses por casos de licencias médicas impagas.
Lo que reflejan estas situaciones es la perversidad del sistema previsional chileno. Muchos de los casos de no pago de licencias son de pacientes crónicos que están atrapados entre el sistema de salud que no les da el subsidio de la licencia y su respectiva AFP que no los deja pensionarse. Se encuentran sin ingresos abandonados por Fonasa o las Isapre y además por las AFP.
Vale la pena comentar que la tasa de siniestralidad de las AFP y los criterios de funcionamiento de la contraloría de Isapres y de la COMPIN. para pensionarse por enfermedades laborales, fueron modificados un 2 de Enero del 2003 en el gobierno de Lagos, mientras los chilenos aún celebraban un año nuevo. Esas nuevas pautas hacen que por ejemplo, enfermedades que eran catalogadas como otorgadoras de derecho a pensión por la dictadura, como una enfermedad cardiaca, al rebajar su ponderación el enfermo debe seguir trabajando.
¿Qué sentido tiene un sistema previsional que abandona en condiciones terribles a sus usuarios, un sistema que enferma? ¿Quién se beneficia con las tragedias familiares y la angustia de estas personas?
En medio de estas constantes protestas, las AFPs y las ISAPRE siguen teniendo tasas de ganancia siderales, que obviamente no reciben los usuarios. Los beneficios son solo para los administradores del sistema, los costos los pagan los usuarios.
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