Por Consuelo Cielo / Resumen.cl
8 de marzo, una fecha casi controversial que ha sido vaciada del motivo que la posicionó en la historia, en donde un grupo de mujeres trabajadoras tomó una fábrica y fueron quemadas por luchar por mejores condiciones laborales y de vida.
Hoy el 8 de marzo es teñido por rosas, bombones y el cantante famoso de turno, mientras, fuera de ese espectáculo, miles de mujeres atraviesan por situaciones de violencia, ya sea en su hogar, desde su pareja, en su trabajo, desde la jefaturas e incluso pares y a su vez, en todos los espacios: educación, salud, vivienda, etc.
En nuestro territorio hemos levantando el: "Marzo Feminista", el que, junto con la manifestación del 8 de marzo a las 18.00 en Tribunales, viene acompañado de una serie de actividades en poblaciones, mediante murales, ollas comunes, etc. Así también, la intervención de lugares públicos, la articulación entre diferentes organizaciones de mujeres, feministas y lesbianas, como no queremos que ninguna quede fuera, nos vamos moviendo dentro de los distintos lugares y causas que nos atraviesan. Sobre todo en este territorio, en el que se han dado hechos como el del caso de Lorenza Cayuhan, quién parió engrillada en una renombrada clínica de la región y su hija Sayén, por lo que no podemos olvidar la situación de todas las lamngen que se encuentran en resistencia, ya que son constantemente perseguidas por la justicia patriarcal por ser defensoras de la tierra. Otro caso emblemático que podemos nombrar, es el de las mujeres en resistencia sobrevivientes a la dictadura, como son las compañeras de la colectiva VAMP, Urdiendo Memorias y Centro Cultural La Monche, a quiénes les fue borraron un mural que mostraba su historia de lucha, por personas pertenecientes a un grupo evangélico y conservador, y así también no podemos dejar de lado a las lesbianas, mujeres constantemente hostigadas por su orientación sexual, debido a que pone en jaque la heterosexualidad y sus reglas, las que han tenido como consecuencia rayados y piedrazos a un mural ubicado en Lorenzo Arenas, en memoria a Nicole Saavedra, lesbiana torturada y asesinada en Limache. ¿Por qué mencionamos todo esto? Debido a que, junto con la necesaria articulación a lo largo de todo el país, también es importante relevar las propias condiciones del territorio en el que nos desenvolvemos y de esta forma, llevar a cabo un feminismo situado, que responda a nuestro contexto, inquietudes y objetivos.
Por otro lado, cabe mencionar la labor que cumplen las compañeras provenientes de coordinadoras territoriales que abogan por la defensa de la tierra y las aguas (las que son explotadas bajo la misma lógica extractivista que intenta apropiarse de nuestros cuerpos y que nos niega el derecho a decidir sobre ellas), otras que buscan regenerar los espacios en las poblaciones y aquellas que desde el arte y la creación buscan dar un mensaje, junto a todas ellas es que vamos levantando espacios que contribuyan a un futuro mejor para todas.
Finalmente, hoy nos gustaría escribirles a quiénes no llegamos, las por alguna razón no podrán sumarse a las actividades que se están generando y que tampoco podrán para el 8M, debido a que les es imposible faltar al trabajo porque o sino son despedidas o perseguidas, o así también, a las mujeres que desempeñan el trabajo de cuidados y crianza, quiénes, entendemos, tienen aún más dificultades para poder cesar sus tareas, por lo mismo es necesario preguntarnos: ¿por qué a una mujer que trabaja en el hogar le es imposible paralizar?, esto se da debido a que sus labores son cruciales para el mantenimiento del sistema, este tipo de trabajo no remunerado aporta US 17 mil millones a la economía del país, es decir, representa un ingreso importante para el sostenimiento de esta economía capitalista y patriarcal que hoy impera, por lo que tenemos en nuestras manos un elemento fundamental para desestabilizar sus cimientos.
El sistema ha naturalizado que las mujeres tengamos el mundo bajo nuestros hombros, nos necesitan para hacer funcionar la vida, desde el crucial trabajo de la secretaria a cargo de prácticamente todo en una oficina, al necesario trabajo de la auxiliar de aseo a la que nadie saluda, porque nadie ve. Pero la invitación de este mes y de todos los restantes es, en primera instancia, trabajar con todas las mujeres que hoy no pueden ser parte de este proceso, debido a que viven en situaciones aún más complejas, como lo son las migrantes, con capacidades distintas, trabajadoras del hogar, etc. Todas, porque la transformación radical de este sistema sólo se hará si tenemos las voces de las que siempre han guardado silencio, debido a la sumisión que se nos enseña desde niñas y que se profundiza cuando leemos a poetas que nos dicen: "me gusta cuando callas, porque estás como ausente". No, ya no nos callamos, ya no guardamos silencio, hoy nos tomamos las calles, hablamos con nuestras compañeras y pensamos cómo de una vez por todas, poder cambiar el mundo.
*Imagen: Miradas Lúcidas e Insolentes