[resumen.cl] Miembros de organizaciones sociales de la Región del Bío Bío, llegaron al mediodía de este lunes a la Catedral de Concepción, para entregar una carta dirigida al Arzobispo de Concepción Fernando Chomalí, instándolo a que la Iglesia Católica devuelva a las comunidades mapuche de Cañete el Fundo Peleco, recientemente recuperado.
En el lugar, Aníbal Pincheira, miembro de la Asamblea de Acción Tirúa explicó el motivo de la misiva dirigida a Chomalí. "logramos conocer la situación de la recuperación que se hizo la semana pasada, del fundo Peleco. El Fundo Peleco queda en la comuna de Cañete, son alrededor de 70 hectáreas cuyo dueño legal es el arzobispado de Concepción y cuyos dueños legítimos están hoy día en la recuperación. Nosotros como organizaciones sociales chilenas, estamos solidarizando con esa recuperación, considerando que es una causa justa y que tiene todo nuestro apoyo"
En cuanto a las condiciones en que se encuentra la recuperación territorial, el vocero afirma que estaba en buenas condiciones "con unos huertos y con algunas plantaciones que ellos han seguido trabajando." Y agrega la importancia que como organizaciones aprecian dela recuperación territorial "Este fundo es importante porque deslinda con el Lago Lanalhue y alrededor del Lago Lanalhue solo hay forestales o pequeños latifundistas que también plantan monocultivo. Entonces, en definitiva, está rodeado de pinos y eucaliptus que están contaminando el espacio, que han afectado a la flora, la fauna y la humanidad en general."
Añade también, que este cuerpo de agua está cerca del recuperado Lago Lleu Lleu, uno de los más limpios de Sudamérica que está bajo protección de las comunidades del lugar y esperan que Lanalhue tenga el mismo destino. "nosotros como chilenos consideramos que es legítimo que ellos como pueblo mapuche recuperen su espiritualidad, porque ellos no solo ven agua y bosque, sino que también ven ngen, ven espíritus en todo ese territorio que hay que recuperar y proteger. Consideramos que esta iniciativa es necesaria y es justa." afirma.
Respecto al rol que ha jugado la Iglesia como dueño legal del predio, el vocero lo compara con un comprador de especies robadas, parafraseando a un sacerdote de la zona "la propiedad llega a ellos también de manera oscura, entendiendo que estos territorios fueron usurpados a antepasados mapuche. Es como comprar un auto robado, puedes comprarlo, puedes pagarlo, pero igual eres culpable por receptación. Hoy en día la Iglesia católica tiene la opción y la oportunidad de entregar a quienes por justicia corresponde este fundo"
Adjuntamos la Carta enviada a Chomalí:
Don Fernando Chomalí Garib
Arzobispo de Concepción. Pte.
Junto con saludarle las organizaciones y agrupaciones sociales pertenecientes al pueblo Chileno que abajo suscriben deseamos manifestar a usted frente a la situación de la recuperación territorial del fundo Peleko llevada a cabo por comunidad Lavkenche este 16 de enero.
Que es sabido que el pueblo mapuche ha sido despojado de su territorio, cultura y espiritualidad a lo largo de su historia.
Que dicho despojo así como ha tenido una víctima específica también ha tenido autores específicos. Y es un hecho innegable que dentro de los territorios que comunidades mapuche reivindican hay fundos que hoy están en manos legales de la iglesia católica de la cual es usted representante.
Que el fundo Peleko, objeto de la recuperación mencionada y motivo de esta carta, es parte de los territorios usurpados al pueblo Lavkenche de manos de sus antepasados, y que una cadena oscura de títulos jurídicos ha dejado en manos legales a la arquidiócesis en desmedro de sus dueños legítimos. Que, en palabras de un sacerdote del territorio, en definitiva "es como comprar un auto robado, aunque pagues el precio igual eres culpable de receptación"
Que las organizaciones abajo adherentes no solo consideramos esta recuperación como una causa justa, sino también de suma urgencia, pues como bien se ha dicho por la iglesia"la economía de mercado mata y excluye". Esto es lo que ha sucedido en el Lago Lanalhue, cerros aledaños y en general en la provincia de Arauco, producto de un extractivismo y mono cultivo desenfrenado que perjudica flora, fauna y a la humanidad, amenazando la vida en su conjunto.
Por último, y recogiendo sus propias palabras en declaraciones anteriores sobre "un tema de tierras no resuelto" y que "llegó el momento de abordarlo con mayor seriedad", apelamos a su compromiso con la situación de nuestro pueblo hermano Mapuche y al rol de responsabilidad social que la iglesia ha tenido con los más pobres y con la vida. Entendiendo, con altura de miras, que esta reivindicación territorial más que una situación que afecta parte de su patrimonio económico es una oportunidad para entregar lo que por justicia le corresponde a quienes hoy reclaman el fundo Peleko.