[resumen.cl] A través de un comunicado público y un punto de prensa, más de 40 organizaciones que trabajan la educación, memoria y diversas temáticas, dieron a conocer su descontento con el convenio establecido entre la Armada de Chile y E-ChileDigital para «difundir (…) el quehacer y las funciones de los organismos del Estado».
Este lunes 15 de marzo inició «Programa de Formación Ciudadana» enmarcado en un convenio firmado a comienzos de 2021 entre la Armada de Chile y E-ChileDigital, teniendo como finalidad «difundir a la comunidad, y en especial a niños y adolescentes, el quehacer y las funciones de los organismos del Estado utilizando programas educativos interactivos para tal objetivo».
El hecho ha sido criticado por diversas organizaciones sociales debido a la intromisión de la Armada en la formación de jóvenes, niñas y niños.
A través de un punto de prensa realizado este miércoles más de 40 organizaciones sociales, que trabajan la educación, la memoria y diversos aspectos, dieron a conocer públicamente su descontento con el convenio que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Educación.
Entre los distintos emplazamientos, las organizaciones señalaron que «resulta inédito que se permita a las FFAA, quienes no forman parte de la sociedad civil ni son un organismo deliberante, intervenir en el constructo ideológico de una sociedad».
El programa considera durante esta primera semana desarrollarse bajo la modalidad online. Sin embargo, perspectiva una «cooperación» mayor con la Armada de Chile, siendo probable que se relacione con programas de índole similar.
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A continuación, el comunicado íntegro:
Este lunes 15 de marzo la Armada de Chile dio inicio a su "Programa de Formación Ciudadana" dirigido a estudiantes desde 8vo a 4to año medio. Ante esta situación, que excede los fines y facultades de esta institución, declaramos lo siguiente:
1. La tarea de educar corresponde a las escuelas y a quienes estamos capacitados/as para esta labor, como profesionales de la educación. El que una labor tan significativa sea entregada a un organismo de defensa constituye un menoscabo a la tarea docente y un atentado a la formación de las y los estudiantes. No hay evidencia que justifique la necesidad de destinar recursos públicos a una entidad armada para que intervenga en la educación, menos aún cuando la malla curricular de la Escuela Naval no contiene evidencia de ninguna preparación vinculada a la enseñanza.
2. Este suceso da cuenta de la visión mercantil que impera en la educación: se precariza la formación en las escuelas para luego "externalizar" la entrega de contenidos relegados del currículum y se refuerza la visión de las y los docentes como meros ejecutores técnicos, disponiendo contenidos que eluden cualquier diálogo democrático con las comunidades escolares. Al mismo tiempo, se ignora la relevancia del componente afectivo en el proceso de aprendizaje, cuando es evidente que una institución que posee el monopolio del uso de la fuerza se encuentra en una relación asimétrica con el estudiantado,
3. La presencia del Ministro de Educación en la ceremonia de inauguración nos parece alarmante, toda vez que no resulta claro qué vínculo sostiene el MINEDUC con la Armada y cómo los datos de nuestros establecimientos se prestan a estas gestiones. En un contexto en el cual las y los estudiantes han sido foco privilegiado de la represión y en el cual hemos tenido noticia incluso sobre redes de espionaje entre Carabineros y sostenedores, creemos que urge transparentar estos procedimientos, en el entendido que la finalidad del Ministerio de Educación es: "que el sistema integrado por los establecimientos educacionales financiado con recursos públicos provea una educación gratuita y de calidad, fundada en un proyecto educativo público laico, respetuoso y pluralista, que permita el acceso a toda la población y que promueva la inclusión social y la equidad".
4. Entendemos la educación como una actividad política y delegada a los organismos de la sociedad civil. Resulta inédito que se permita a las FFAA, quienes no forman parte de la sociedad civil ni son un organismo deliberante, intervenir en el constructo ideológico de una sociedad cuando la finalidad del ordenamiento jurídico apunta también a realizar "los debidos controles, evitando arbitrariedades y abuso de poder", garantía que en este caso no tenemos.
5. Los valores en los cuales se forma a la armada (lealtad, deber, honor, integridad, valentía y patriotismo) no tienen ninguna relación con los ejes actitudinales del currículum escolar, por citar algunos: empatía, democracia, derechos humanos, respeto, diversidad y multiculturalidad. Si nos remitimos a los objetivos de formación ciudadana de 8vo año, estos enfatizan en "el valor de la libertad, la igualdad y el respeto a la dignidad humana para el desarrollo de una convivencia pacífica en sociedad" y eje de los contenidos de Educación Cívica de 3ro y 4to año es: "Promover el reconocimiento, la defensa y exigibilidad de los derechos humanos en la vida cotidiana, considerando los principios de universalidad, indivisibilidad, inalienabilidad, igualdad y no discriminación que los sustentan".
6. Las fuerzas del orden y la seguridad nacional han demostrado, tanto históricamente como en la actualidad, su nulo respeto por los Derechos Humanos. Promueven una comprensión sesgada sobre los deberes ciudadanos, en la cual el uso de la autoridad y el aparato estatal está en función de la persecución, represión y tortura de quienes contravienen los intereses hegemónicos. Una muestra muy actual de esto fue el rol que cumplieron durante la dictadura militar, en una ciudad tan emblemática como Valparaíso, donde se detuvieron y secuestraron victimas de violación a los DDHH que fueron conducidas a los buques "Esmeralda", "Maipo" y "Lebu", donde se les torturó para luego ser llevadas a la "Cuarta Silva Palma" o la Academia de Guerra Naval, con el fin de continuar estos tratos inhumanos. Entre algunos casos conocidos que podemos mencionar están el de Haydée Oberreuter, el sacerdote británico-chileno Miguel Woodward, o el filósofo porteño Sergio Vuskovic.
7. En el presente hemos constatado la impunidad que ha operado en las violaciones a los DDHH por parte de la Armada. Hasta el día de hoy el Buque escuela Esmeralda se utiliza como una especie de "embajada" del Estado de Chile sin mencionar que fue un centro de torturas. La impunidad y lo ocurrido desde el 18 de octubre de 2019 han dado cuenta, además, que los hechos ocurridos en la dictadura militar pueden repetirse. Por esta razón, creemos que esta situación constituye un atentado a la dignidad de quienes han sufrido violaciones generalizadas a los ddhh y que, además, es una muestra evidente de querer posicionar esta institución de una forma más higienizada, "cívica y democrática", cuestión imposible de concretar por su rol histórico y por las décadas de impunidad que ostenta.
8. La intervención de la Armada Chilena en estas materias solo confirma que el Estado chileno y su "democracia" es una mera pretensión, ya que se incurre en una solapada ideologización militar a partir de este Programa. A su vez, es una afrenta a la democracia de modo manifiesto, en la medida que "los valores y virtudes militares" no son representativos de la diversidad y pluralidad de lo que somos como territorios.
Por esta razón, exigimos que el Ministerio de educación haga públicas las cifras asociadas a este proyecto, en un período en el cual el presupuesto destinado a educación no es suficiente para garantizar este derecho para los niños, niñas y jóvenes en plena crisis sanitaria. Asimismo, es necesario transparentar cómo este "servicio" se ofrece y distribuye a los establecimientos.
Por otra parte, no podemos obviar que la tarea de la verdad y la justicia aún está pendiente. Sólo el juicio a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y la reparación personal e histórica nos permitirá avanzar hacia una sociedad más justa. Frente a esta tarea, la responsabilidad de las Fuerzas Armadas es la colaboración en este proceso y la educación de sus propios funcionarios en materias vinculadas a los DDHH, no la de las y los estudiantes en formación.
Debemos defender una educación pública que sea ajena a tal adoctrinamiento. Una educación basada en el espíritu laico y que obedezca a los verdaderos principios de una sociedad democrática: sin injerencia ni de la Iglesia, ni de las FFAA, ni de cualquier tutelaje doctrinario.
Organizaciones firmantes:
Fotografía principal: Armada