[resumen.cl] Totalmente acorralado por la contingencia del estallido social en el país, el gobierno de Piñera ha suspendido las dos cumbres internacionales más importantes de los últimos años en Chile. Los más grandes poderes capitalistas del Asia Pacifico no podrán juntarse en la APEC como estaba presupuestado para noviembre. Mientras que los gobiernos de todo el planeta no podrán juntarse en la cumbre del cambio climático COP25 que estaba organizada para diciembre. Esta decisión del gobierno surge por la incapacidad de enfrentar un estallido social que lleva más de 10 días rompiendo cualquier precedente en la historia post-dictatorial, ademas de la presión internacional que se ha manifestado públicamente en contra de realizar estas actividades por la represión desmedida del gobierno ante las legitimas demandas populares.
En medio de la crisis social en Chile producto del levantamiento popular contra la desigualdad social y las políticas económicas neoliberales en el país, todos los medios del mundo han hecho eco de las protestas. Tanto así que ya están habiendo enormes repercusiones en política internacional para el gobierno de Piñera. A esto se suman las denuncias por brutal represión de organismos como Amnistia Internacional, e incluso un grupo de eurodiputados que pidieron que la COP25 no se hiciera en Chile.
Por su parte el gobierno de Estados Unidos subió a nivel 2 la peligrosidad de visitar Chile para sus compatriotas. El aumento tiene directa relación con el estallido social en las calles de las principales ciudades del país.
Finalmente todo terminó en un anuncio de Piñera este 30 de Octubre confirmando la cancelación de las cumbres internacionales más importantes en los últimos años en Chile, es decir la COP25 y la APEC. Esta decisión es otra muestra de la desesperación del gobierno, y otra evidencia más de que el sistema político chileno se encuentra en una verdadera crisis luego de que los y las manifestantes demostraran, en las calles, la injusticia y desigualdad social extrema que vive el país.
Que no se realicen estas mega cumbres supone otra muestra de la potencia de las protestas populares que cancelaron una de las cumbres capitalistas más importantes del Asia Pacifico. Así como evitar la realización de la COP25, que pese a que se presentaba como algo positivo para la humanidad, en la práctica es una asamblea internacional dependiente de la ONU que en 24 ocasiones se ha realizado a nivel mundial, con grandes gastos económicos, sin entregar soluciones ni medidas vinculantes para acabar con la crisis climática y socioambiental que vive el planeta.
Con la cancelación de estas cumbres la prensa internacional y el mundo entero tendrán que explicar las razones y dejar de mostrar a Chile como el estudiante aventajado del curso, un país supuestamente cada vez más cercano al progreso y ejemplo para los otros países de la región. Porque lo cierto es que las protestas han demostrado lo dividido que se encuentra el país por la injusticia y la desigualdad social de décadas de políticas neoliberales, así como la fragilidad de un sistema que se presenta como democrático ante el mundo, pero que en la practica durante estos días ha mostrado ser profundamente autoritario y represivo. El supuesto oasis de estabilidad política y económica que Piñera anunció a los medios hace algunas semanas, demostró ser un polvorín que se le escapó totalmente de las manos.