El 30 de Noviembre ha sido un día histórico en los territorios vascos bajo ocupación española (Euskadi y Navarra), el movimiento feminista ha convocado a una Huelga General secundada por las dos principales centrales sindicales vascas ELA y LAB, además de otras organizaciones sindicales como Steilas (sindicato de la Educacción), EHNE (Sindicato campesino), además de ESK, Etxalde y CGT.

Ha sido una huelga organizada desde el movimiento feminista para el conjunto del pueblo vasco, caracterizado por su alto nivel de organización tanto en el ámbito social como sindical. Es la región de Europa con mayor número de huelgas, pero además con resultados positivos de estas en materia de conquistas para los y las trabajadoras.

La convocatoria desde el feminismo y su acatamiento desde el ámbito sindical no son de extrañar, el tránsito de un modelo industrial a uno de servicios, implicó la feminización de la fuerza laboral y con ello de los sindicatos. En los últimos años en el País Vasco se han sucedido grandes y extensas huelgas, con grandes victorias en sectores dominados por mujeres como la atención residencial y la limpieza. Mientras que el número de huelgas de hombres en Euskadi disminuyó en 2022 en 80.186 días, el número de huelgas de mujeres aumentó en 12.088. Las mujeres constituyen ahora la mayoría (56%) de los participantes en las huelgas.

Extraída de Naiz.info

Sin embargo, lo que ya se expresaba en los centros de trabajo, tenía un talón de Aquiles al interior de las propias familias, especialmente en los cuidados de infantes, abuelos y abuelas, además de personas enfermas o personas con alguna dificultad física o mental específica. Esta realidad fue desnudada durante la pandemia, donde se evidenció el trabajo de cuidados, que generalmente hacen mujeres y migrantes indocumentados en la más absoluta precariedad. Durante la pandemia, muchas actividades se detuvieron, in que ello ocurriera con las tareas de los cuidados, de vital necesidad.

Este 30 de noviembre, las capitales vascas se llenaron bajo la convocatoria feminista que pone a los cuidados como la base para construir una vida digna, exigiendo un nuevo derecho, gratuito y universal: "el derecho a ser cuidadas y cuidados con dignidad".

Las capitales vascas: Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Donostia, Iruña (Pamplona) se llenaron a pesar de las lluvias con miles de manifestantes y se realizaron piquetes en acceso a sitios públicos y lugares de trabajo.

En entrevista al portal vasco naiz.eus, Josefina 'Txefi' Roco Sanfilipo miembro del colectivo Trabajadoras no Domesticadas y del grupo motor convocante de la histórica huelga feminista señalo: "el capital, como una rueda loca, está poniendo en el centro todo el tiempo la especulación, la acumulación y la generación de negocio. Y eso se ha visto porque con la pandemia se profundizó en la crisis de los cuidados, y fíjate cómo el capital rápidamente se reorganizó, se reestructuró, y encontró en los cuidados un nuevo nicho de negocio: el mercadeo de los cuidados. En la Comunidad Autónoma del País Vasco y en Navarra es impresionante el proceso de privatización que ha habido, acelerado y profundo, en donde solo un porcentaje muy pequeñito de residencias, quedan en gestión pública". Agregando que en el sector privado "hay compañeras que dicen tengo que hacer en 12 minutos todo eso y es que estoy violentando todos los días a una señora o a una abuela o a un abuelo".

Extraída de Naiz.info

Entre las reivindicaciones de la huelga está derogar la Ley de Extranjería y regularizar a todas las trabajadoras de cuidados migrantes, ya que el sector no solo esta feminizado, sino también racializado.

Para Nagore Iturrioz, del sindicato de educación Steilas, «el trabajo de cuidados tiene que estar sustentado sobre unos servicios públicos fuertes. La responsabilidad tiene que recaer en las instituciones». Añadió que todas y todos están llamados a sumarse activamente al movimiento: «queremos que todo el mundo tenga derecho a ser cuidado con dignidad y que todas tengamos la obligación de cuidar para que no sean unas pocas, en situación de explotación, quienes tengan que hacerlo. Hoy, no cuidar es un privilegio. Un privilegio que tienen los hombres, pero también las blancas o las personas jóvenes».

Las convocantes a la Huelga General, tienen la intención que a partir de ella, la sociedad empiece a hablar de esto y empiece a politizar el problema de los cuidados.