[resumen.cl] Con un estrecho margen, con 60 votos a favor y 59, el parlamento de la entidad ocupante destituyó cambio de gobierno desde el actual primer ministro de ultraderecha sionista Benjamín Netanyahu -quien deberá enfrentar cargos por corrupción- para darle espacio a Naftali Bennett, representante del partido Nueva Derecha, de características confesionales religiosas.
El Knéset, como se conoce el parlamento del Estado de Israel, ha aprobado un nuevo Gobierno, poniendo fin al histórico y nefasto mandato de 12 años de Benjamín Netanyahu.
En su lugar asumirá el político ultraconservador Naftali Bennett, antiguo asesor de Netanyahu devenido en su rival político en la ultraderecha sionista.
También puedes leer: Soldados israelíes continúan asesinando manifestantes que protestan contra ocupación militar en Palestina
Cabe recordar que Netanyahu enfrenta desde finales de 2019 un juicio por corrupción y para terminar con su mandato fue necesario que la «oposición» política en la entidad ocupante llegara a un acuerdo para formar un nuevo gobierno sin Likud (partido en el poder), el partido Yamina, de Bennett, y el partido Nueva Esperanza de Gideon Sa’ar se unieron al líder centrista Yair Lapid para formar un gobierno de coalición.
En este posible nuevo gobierno también destaca la presencia del partido árabe Maan, cuyos votos permitieron sumar la mayoría de 60 parlamentarios. Este grupo exige una serie de reivindicaciones, para el 21% de la población árabe que habita dentro de las fronteras establecidas por Israel en la Palestina ocupada, como lo son terminar la política de demolición de viviendas palestinas y con la construcción de asentamientos en localidades habitadas en el Neguev.
En cuanto a la trayectoria política del nuevo primer ministro, Bennett fue muy criticado por sugerir -en tanto ministro de Netanyahu- que a los "terroristas" no había que detenerlos, sino matarlos. "Yo ya he matado a muchos árabes en mi vida y no hay absolutamente ningún problema".
«Meses antes había comparado la situación entre Israel y los palestinos como metralla molesta clavada en el culo y que se tiene que extirpar. En otras ocasiones, Bennett no ha escondido sus posiciones abiertamente racistas, al sostener frente a un diputado árabe ‘cuando ustedes todavía colgaban de los árboles, aquí teníamos un estado judío’. Con ese nombre y el de Avigdor Liberman, Ayelet Shaked, entre otros no hay posibilidad de pensar en un gobierno que le cambie la realidad de ser un ocupante, colonizador y violador de los derechos humanos del pueblo palestino, por más que el gobierno de Biden quiera maquillar un régimen sin ningún apoyo más allá de Washington y sus aliados como Francia, Gran Bretaña y los grupos de presión sionistas.» indica el analista internacional Pablo Jofré.
Finalmente, las relaciones con Irán, Líbano, Siria y la población palestina sometida no debería presentar mayores cambios a la política de Estado que ha establecido la entidad sionista durante los últimos años, así tampoco su relación con Estados Unidos y Europa, cómplices de su política de exterminio y ocupación.