Desde el miércoles 15 de junio permanecen tomados los liceos Simón Bolívar y Lucila Godoy de Hualpén, mientras el Liceo Pedro del Río, el mayor de la comuna, permanece con un paro total de actividades.
A diferencia de los años de la revolución pingüina en que el alcalde Marcelo Rivera ordenó el desalojo violento e inmediato de los estudiantes movilizados, esta vez desde la municipalidad ha existido un mayor grado de tolerancia hacia el movimiento que partió el miércoles pasado y que se mantiene activo en los tres principales establecimientos educacionales de la comuna.
Resumen converso con l@s estudiantes en toma y les pregunto sobre sus motivaciones.
Liceo Simón Bolívar: El drama de la reconstrucción que nunca llega
Liza Valenzuela es la presidenta del centro de estudiantes del Liceo Simón Bolívar, cursa tercer año medio, Luis Donoso alumno de cuarto es el vocero de la Toma.
Definen como su principal motivación para sumarse al movimiento, los atrasos en el proceso de reconstrucción que los afecta, ya que desde el 2010 mantienen como albergados a los estudiantes del Colegio Aloncura de la misma comuna y también bajo administración municipal. "Esto nos arrastra una serie de problemas, desde la perdida de horas de clase al deterioro de la infraestructuras y la pérdida de espacios" nos señala Liza, agregando que "esta bien, hubo un urgencia en su momento, pero ya ha pasado mucho tiempo, sin que se vean avances concretos en la reconstrucción de los establecimientos dañados tras el terremoto".
Es por ello que el tema de la reconstrucción es uno de los puntos principales planteados por la Federación de Estudiantes Secundarios de Concepción (FESEC) a la cual pertenecen los establecimientos de Hualpen movilizados.
Por otra parte Luis, el vocero de la toma, nos agrega: "nosotros también tenemos problemas de infraestructuras en el establecimiento "a pesar de ser un establecimiento recientemente construido, también nos goteamos, como muchos de los liceos nuevos" problemática que devela el nulo control por parte del ministerio no solo en el temas pedagógicos, sino también en otros tan sensibles como los de infraestructura».
Los jóvenes adhieren además al petitorio nacional, exigiendo un rol activo de parte del estado en la educación.
Liceo Lucila Godoy: Estudiantes le hacen la pega al DAEM
En la Toma del Liceo Lucia Godoy, escuela básica a la cual se le agregó enseñanza media técnica comercial, nos reciben un grupo de entusiastas estudiantes. Ante la consulta de quien pude conversar con Resumen, raudas salen al paso Katherine Contreras, alumna de segundo medio y secretaria del Centro de Estudiantes y Belén Zambrano vocera de la Toma, alumna de tercer año medio.
Al consultarles sobre sus motivaciones, las dirigentes expusieron un largo petitorio interno que habla de las condiciones en que estudian los jóvenes de los sectores populares de nuestro país. El Liceo Lucila Godoy queda muy próximo a la estigmatizada Población Emergencia (La Eme) y la mayor parte de sus alumnas provienen de dicho sector, entre ellas Belén.
Belén nos dice, "si somos un liceo comercial, necesitamos por lo menos libros técnicos referente a las materias que estudiamos, hoy siendo un Liceo Comercial no tenemos ni biblioteca técnica ni sala de computación. Ahora si tenemos jornada escolar completa (JEC) todos debemos tener acceso a una colación, sobre todo que somos todas de sectores populares, para ello deben construir una cocina y un comedor que pueda cubrir esta necesidad"
Katherine agrega "nos faltan profesores, mi curso por ejemplo tiene hasta 6 horas libres a la semana y desde hace bastante tiempo, es por ello que para nosotras es fundamental que se complete la planilla docente", agregando "necesitamos por problemas de espacio y para poder tener actividad física un patio techado".
Consultadas las dirigentes si han tenido alguna aproximación o dialogo con las autoridades, nos señalan que si, aunque sin avances significativos. El único logro que hemos obtenido con la toma es que se reconozcan oficialmente por parte del ministerio los cursos de tercero y cuarto medio, ya que aunque parezca raro, ni el ministerio de educación ni el DEMRE (departamento de evaluación, medición y registro educacional) las reconocía, por lo cual las jóvenes que este año salían del liceo no podían haber rendido la PSU (prueba de selección universitaria).
Resulta extraño que las jóvenes no cuenten con sala de computación habilitada, tomando en cuenta que el municipio de Hualpen recibió fondos directos por parte del nivel central del Ministerio de Educación (Proyecto Enlace).
Todos los estudiantes entrevistados en ambas tomas reconocen el apoyo de la comunidad educativa, apoderados y profesores, y muestran preocupación en el cuidado de sus establecimientos. El mobiliario utilizado para bloquear es solo el que esta en desuso, han conformado comisiones para mantener la limpieza y comisiones de seguridad para evitar la entrada de extraños a los establecimientos. Todos ellos sueñan con poder seguir estudiando, cuestión que solo puede garantizarse en el caso de ellos, si el Estado asume su deber de garantizar el derecho a la educación que cada uno de estos jóvenes hualpeninos merecen.