Este martes, el Juzgado de Garantía de Concepción dejó bajo las medidas cautelares de arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima, al funcionario de Carabineros, Mario Lincoyán Vera Garrido, eso sí, casi tres años después de cometidas las agresiones que le costaron casi en su totalidad, la pérdida de la vista del ojo izquierdo a quien por entonces desempeñaba actividades académicas como estudiante de periodismo, durante el Estallido.
Por Juan Contreras Jara
Después de dos años y cinco meses de cometidas las agresiones, recién fue formalizado Mario Lincoyán Vera Garrido, funcionario de Carabineros que disparó un perdigón en el ojo izquierdo de la por entonces estudiante de periodismo, Matina Polanco, a quien le provocó la pérdida de la mácula, parte de la retina encargada de la visión central detallada para la que no hay trasplante.
La ahora profesional de las comunicaciones, detalló a RESUMEN que la agresión del funcionario policial terminó por acortar su campo y agudeza visual, relatando que, «veo como con la mitad del ojo, es muy difícil de explicar, pero en el fondo tengo un manchón negro en el ojo. «
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La agresión de Mario Lincoyán Vera Garrido no solo devino en secuelas físicas para toda la vida de Martina Polanco, sino que también le generó profundos daños psicológicos, después de dispararle con su escopeta antidisturbios en el ojo izquierdo, el 11 de noviembre de 2019, mientras desempeñaba actividades académicas en una de las tantas protestas enmarcadas en el Estallido Social, en Concepción.
En esta línea Polanco detalló que, «esto paso cuando estaba haciendo mi tesis y tener que terminar todo este proceso y que me haya pasado esto fue muy complicado. Tuve que atenderme psicológicamente. Ahora que se reactivó el tema, es volver a ver las pruebas y preparar todo lo que conlleva el proceso, por lo que es complicado, hasta el día de hoy no he sanado psicológicamente sobre el tema».
Tras la formalización de Mario Lincoyán Vera Garrido, la afectada se mostró conforme con las medidas cautelares de arraigo nacional y prohibición de acercarse a ella, como víctima, agregando eso sí, que «no esperaba nada más».
De esta manera se inicia un nuevo proceso judicial por violación a los Derechos Humanos durante el Estallido contra Carabineros. Esta es la segunda formalización que se da de un efectivo policial durante esta semana en tribunales penquistas.
Pese a la formalización, Martina Polanco enfatizó en que, «ni con toda la plata del mundo podré hacerme un trasplante de mácula. Nada va a volver a ser como era antes, entonces, espero que de alguna forma se haga justicia, que la persona que cometió esto pague de alguna forma, que todo esto no haya pasado por nada».
Polanco criticó los planes de reparación emprendidos por el INDH, argumentando que hay muchos casos que se encuentran estancados, por lo que declaró sentirse afortunada en que el suyo haya iniado. Es por esto que llamó al gobierno de Gabriel Boric a agilizar la tramitación de los casos de trauma ocular, «con la urgencia que se merecen. Han pasado casi tres años y hay otros chicos que no han avanzando en nada, gente que perdió su globo ocular y ni siquiera han recibido atención del programa de reparación ocular».
Durante esta jornada, específicamente en el Juzgado de Garantía de San Pedro de la Paz, se está desarrollando la segunda formalización de funcionarios de Carabineros en el Gran Concepción, quienes están siendo procesados por torturas contra el poblador Ignacio Matus, que al igual que la agresión contra Matina Polanco, ocurrió durante el Estallido Social y recién comienza a judicializarse.