Luego de la toma de estudiantes del colegio Brasil de Concepción, que logró el compromiso por parte del SLEP Andalién Sur, de instalar calefacción en el establecimiento en septiembre próximo, el alumnado entregó el inmueble voluntariamente y en presencia de dos inspectoras, Carabineros y un representante del servicio local. Pese a que, al momento de la entrega, dichos funcionarios no advirtieron mayores daños, cuatro días después informaron desde la dirección del colegio la pérdida de 35 millones de pesos en robos, responsabilizando a la toma. Apoderadas/os evalúan interponer un recurso de protección tras la grave acusación.
Por Juan Contreras Jara
Consternados se encuentran apoderados, apoderadas y estudiantes del colegio Brasil de Concepción, luego que su director hiciera público el robo de 35 millones de pesos, supuestamente, tras la toma del estudiantado mantuvo por diez días.
Pese a que el establecimiento se entregó voluntariamente el viernes 24 de junio y en presencia de Carabineros, inspectoras y un representante del Servicio Local de Educación Andalién Sur, quienes revisaron las instalaciones, el martes 28 la dirección informó sobre el masivo robo del que había sido víctima, criminalizando a través de esta acusación la movilización de estudiantes.
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Según detalló Linda Aqueveque, apoderada del colegio Brasil, «revisaron lugar por lugar el colegio y las inspectoras sacaban fotos de todo, de cosas que estaban rotas hace mucho tiempo, como salas sin manillas o ventanas rotas. Ellos mandaron videos de cómo estaba el liceo, las bodegas estaban llenas de materiales y nunca les habían entregado ni alcohol gel, jabón o confort, estaba todo guardado. El colegio estuvo solo sábado, domingo, lunes y martes y no sabemos que pasó ahí».
La apoderada hace hincapié en que si al momento de la entrega estaban presentes inspectoras del colegio, funcionarios de Carabineros y del SLEP Andalién Sur, «¿cómo después indican que está todo roto y con 35 millones de pérdida? Nosotros no podemos hacernos cargo de lo que ocurrió durante el fin de semana». Lo anterior, refiriéndose a que, durante estos cuatro días, fue la dirección del establecimiento y el servicio de educación quienes retomaron el control del inmueble.
Para las y los apoderados, con esta acusación, «están desviando la atención y deslegitimando la movilización». En esta línea, Aqueveque fue enfática en el estado de las salas y paredes del establecimiento llenas de hongos y en la calidad de la comida entregada por Junaeb, situaciones que, sumada a la falta de calefacción, derivó en la toma de estudiantes.
Una de las críticas en torno a la acusación de la dirección del establecimiento contra la toma y sus estudiantes, comenta la apoderada, tiene que ver con la exposición pública que se hizo de esta, sin seguir el conducto regular de una denuncia por robo. «Si él va a ser una denuncia a Fiscalía por robo, si fuera verdad que se robaron todo esto, si no es materia de investigación, ¿por qué lo hace público? Hay una mala intención».
En relación a la labor del Servicio Local de Educación Andalién Sur, la apoderada comunicó que su ayuda ha sido nula y que cualquier tipo de mejora infraestructural o acceso a calefacción, fue gracias a la toma. «La respuesta que dio fue insólita, que no habían recibido solicitudes, siendo que este problema se arrastra hace 10 años. No se hacen cargo de nada». Esto demostraría la desconexión entre las labores dejadas a medias por el DAEM y la nueva administración de la educación pública en la comuna.
Debido a la gravedad de la acusación contra el estudiantado y a la divulgación pública de los artículos robados desde el establecimiento por su dirección, apoderadas y apoderados están reuniendo antecedentes para presentar un recurso de protección contra el colegio.