En Chile existen más de 3 millones de hectáreas de Pino y Eucalipto. La mayoría se encuentran en las regiones afectadas por los mega-incendios de esta temporada: Maule, 'uble, Biobío y Araucanía. Estas especies tienen características que las hacen proclives a los incendios, sobre todo cuando están plantadas como extensos monocultivos, con una estructura uniforme y alta densidad de combustible. Diversos científicos del país entrevistados por RESUMEN durante la grabación del documental «Llamas del Despojo»certifican estos hechos.
Por Nicolás Salazar Maleras
Las especies como el Pino y el Eucalipto contienen resinas y otros hidrocarburos volátiles altamente inflamables. Son especies que han evolucionado durante miles de años con el fuego en Australia y Norteamérica, sus ecosistemas originales.
Nicole Burger, bióloga que ha investigado el carácter inflamable de estas especies, ha expresado que «las plantaciones forestales se encuentran distribuidas homogéneamente por el territorio y además se componen de especies de rápido crecimiento especies exóticas que son altamente inflamables entonces la distribución homogénea de este combustible en el espacio y además la inflamabilidad estas especies implica un rápido avance del incendio y un complejo control«.
Fernanda Salinas, doctora en ecología, ha planteado que los «pinos son de Norteamérica y eucaliptos son de Australia; y en esos dos lugares del mundo cada cierto tiempo hay incendio, y las especies conviven con esos incendios. Cada cierto tiempo la vegetación se regenera después del incendio, entonces los pinos germinan rápidamente después de los incendios y los eucaliptos rebrotan rápidamente después de los incendios; y a su vez estas dos especies tienen alcoholes y aceites que son inflamables entonces promueven la expansión más rápida de los incendios que las especies nativas«.
La doctora en biología Mary Kalin ha planteado que «en el caso de eucaliptos sobre todo cuando son más viejos los árboles tienen una corteza que se desprende y cuando hay viento esa corteza funciona como una especie de ladera que lleva el fuego desde el suelo hacia las copas y además los fragmentos pueden moverse por el viento estableciendo focos nuevos. Además tienen muchas ramas que son muy secas, una densidad de ramas muy grande y en los árboles son muy altos, entonces el fuego si hay mucho material seco en el suelo el fuego se propagan de un nivel de ramas a otro, en inglés se llama «letter fire»»
Robinson Torres, sociólogo especializado en problemáticas socioambientales ha dicho al respecto que se contabilizaron «518 mil hectáreas totales quemadas el 2017 según lo oficial, la mitad eran plantaciones forestales y la mitad eran bosque nativo, renoval, pastizales, etc. Pero se dieron cuenta que en realidad la zona forestal con pino y eucalipto eran las calcinadas completamente y las zonas dónde había bosque nativo se había quemado parcialmente porque había mayor humedad».
«Las plantaciones forestales está demostrado que son elementos que catalizan los incendios a propósito del monocultivo que arrasa de manera rápida una cantidad importante de hectáreas y los fuegos adquieren entonces una magnitud de proporciones que si fueran bosque nativo no sería de la misma forma, eso esta estudiado«, agregó Torres.
Alejandro Miranda del centro de investigaciones CR2 plantea que «hasta los años 2000 la mayor cobertura que se quemaba anualmente era los bosques nativos pero posterior a eso empiezan a ser las plantaciones forestales de pino y eucalipto las que tienen una mayor proporción de área quemada anual y eso se ha mantenido en el tiempo. Más que ser un proceso que va variando entre bosques nativos o matorrales y plantaciones, desde los años 2000 a esta parte ya ha sido una constante en donde las plantaciones forestales de pino y eucalipto son la superficie que más se quema en Chile«.
Además el Centro de Investigación del Clima y la Resiliencia (CR2) han publicado extensas investigaciones que demuestran el carácter pirófito de estas especies. Las especies pirófitas o pirófilas son especies vegetales que son «amigas» del fuego (de la raíz piro: fuego y fila: amistad). En su publicación «informe a las Naciones» dejan claro estos temas, el texto se encuentra disponible de forma gratuita en internet.
Ante todas estas evidencias urge preguntarse por qué las autoridades políticas no han tomado cartas en el asunto, modificando el actual modelo forestal que privilegia a las grandes empresas forestales, mientras pone en serio peligro a la población y los ecosistemas del país.
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Imagen principal: Matías del Río