[resumen.cl] La presidenta del Colegio Médico (Colmed), Izkia Siches, señaló esta mañana que de continuar la tendencia del actual escenario sanitario en el país, habría que plantear un confinamiento total. Sin embargo, es completamente irreal plantear esta medida en un país como Chile sin una Renta Básica Universal y suficiente que garantice la seguridad material para no tener que salir a trabajar y elegir entre enfermarse o comer.
«Si Chile supera el 95% de ocupación de camas en su capacidad máxima de expansión, creo que lo más probable es que el gobierno tenga que apretar este botón rojo», dijo la presidenta del Colmed esta mañana durante una entrevista en Radio Pauta en relación a los alarmantes datos y proyecciones ante la actual situación de la pandemia en el país.
Consultada sobre la realización de las próximas elecciones en dos días, la representante gremial señaló que "Quizás los parlamentarios no han dimensionado que el punto que ha puesto sobre la mesa el Colegio Médico y la Sociedad Chilena de Infectología y Epidemiología fueron criterios extremos, son: el colapso de la red sanitaria, es decir, dos semanas antes del proceso eleccionario, evaluar que el nivel de ocupación de camas supera el 95%", agrando a renglón seguido que "En ese escenario, sospechamos que nuestro país va a tener que entrar en un confinamiento total, lo más probable es que va a existir una restricción de muchas de las actividades de la vida diaria y entre eso nos parecía un poco problemático la percepción de la ciudadanía", aludiendo también al cansancio de los equipos de personal de salud.
Sin embargo, para aplicar esta medida que pareciera ser necesaria, es imperativo la aplicación de una Renta Básica Universal y suficiente para asegurar el mantenimiento material de la población y forzar a buena parte de la clase trabajadora que se sostiene en el empleo informal o precarizado a tener que exponerse su seguridad sanitaria y la de su familia ante la necesidad de tener que seguir trabajando.
Pese a que la evidencia internacional enfatiza en esta política para asegurar la subsistencia de la población, eliminando la necesidad de exponerse a contagios, la clase política no ha impulsado acciones estructurales que hagan llevadera esta situación. Por el contrario, se ha priorizado la entrega de bonos parcelados y el retiro de los ahorros previsionales de las y los trabajadores y sólo bajo la amenaza de continuar con las calles militarizadas.
En este sentido, para evitar, por ejemplo, un transporte público lleno de gente yendo a trabajar, deben tener la seguridad que quedándose en casa podrán sostener la vida mientras dure la cuarentena que, por cierto, será más corta si se hace realmente efectiva, pues las cuarentenas han perdido efectividad al extenderse indefinidamente, produciendo a la vez un tremendo desgaste psicológico. Así, una Renta Básica Universal, vale decir para todo el mundo, sin postular, y suficiente, con un monto no inferior a $450 mil pesos, la cifra que el mismo Estado de Chile define como la línea de la pobreza (para una familia de cuatro personas), es una medida urgente para frenar la imparable ola de muertes que nos tiene cerca ya de las 29 mil personas fallecidas según el último Informe Epidemiológico del Deis.