El Senado argentino votó en general, en medio de protestas y cacerolazos de la ciudadanía, el proyecto denominado "Ley Bases" con el que Javier Milei pretende desmantelar el Estado y la industria argentina.
Por Joaquín Pérez
Durante toda la jornada de este miércoles se vivieron marchas y protestas en Buenos Aires, las que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad del Estado. Un atropello a las libertades civiles y políticas que tenemos naturalizadas en Chile, pero que en Argentina generan rechazo y conmoción en la ciudadanía.
La victoria de Milei, que acaba de cumplir 6 meses en el Gobierno, arrastrando a Argentina a la peor crisis económica y social, con la mayor inflación del mundo y más del 40% de la población en la pobreza, fue pírrica, ya que por una parte no aprobó el paquete tal cual salió, sino que debió rebajarlo y a pesar de ello, fue aprobado tras dos empates en la votación del Senado, por el voto de la vicepresidenta de la nación que actúa según la legislación para desempatar en estos casos.
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Milei pretendía muchas cosas, entre otras privatizar 40 empresas públicas. Este miércoles, el Senado sacó de esas listas Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y el conglomerado de medios Radio y Televisión Argentina, en comisiones de la cámara de diputados le habían restado otras tantas, así que el proyecto definitivo de ser ratificado solo podrá privatizar 8 empresas públicas, de las 40 anunciadas originalmente.
Milei tampoco podrá disolver los organismos públicos vinculados con la ciencia y la cultura, como lo tenía previsto. También debió sacar del proyecto la reforma previsional y aceptar dar continuidad a las obras públicas, sobre las que el gobierno había abierto una moratoria.
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Solo con estas transacciones Milei logró el voto de senadores de la Unión Cívica Radical (UCR) que le permitieron pasar a segundo trámite su ley. Otros votos fueron obtenidos abiertamente por comprándolos, según denunciaron algunos sectores, como el caso específico de la senadora Lucila Crexell a la que un abogado denunció en tribunales acusando «que le ofrecieron el cargo de embajadora en la Unesco a cambio de su aval al proyecto del oficialismo».
Si bien Milei lograba comprar votos en el senado, a los 7 votos de su partido (Libertad Avanza) y los 6 de la derecha macrista (PRO), el gobierno logró sumar 12 votos de la UCR y 11 de distintos grupos provinciales.
En la calle la respuesta del pueblo argentino nuevamente se dejó ver. El descontento y la rabia se acumula, así como las reiteradas jornadas de protestas en las calles, que se suman a las huelgas generales que ha vivido el país. Milei en su bravuconería habitual, acusó a los manifestantes de terroristas y de intentar dar un golpe de Estado, sin embargo, mientras la Ley se votaba y se realizaban estas manifestaciones, tomó un avión y viajó a Italia para participar de la cumbre del G-7, demostrando que en realidad lo que pasaba en Argentina le tenía sin cuidado.