[resuemen.cl] La primera jornada de esta inédita elección en dos días dejó diversos números a analizar. Uno de ellos, es el nivel de participación las comunas de la población con mayores recursos económicos de Chile, que tienen los porcentajes de votación más altos del país, entre el 34% y 41%, mientras el promedio a nivel nacional fue de 20% .

Según datos proporcionados por el Servel, en la jornada de ayer sábado 15 de mayo, primera de este proceso en dos días, votaron 3.055.352 personas, el equivalente al 20,52% del total del padrón habilitado para sufragar y un poco menos de la mitad del total de votantes que tuvo el plebiscito del 25 de octubre pasado que tuvo 7.569.082 sufragios, el 50,95% del padrón.

La región con menor participación del día de ayer fue Antofagasta con apenas el 14,81%, mientras O’Higgins fue quien tuvo más participación con 22,13% (donde destacan Paredones y Pumanque con el 37,08% y 39,58% respectivamente). Por su parte, la Región del Biobío tuvo una participación del 19,80%, por debajo del promedio nacional.

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En el caso de la Región Metropolitana, la clasista segregación territorial de Santiago permite hacer análisis de comportamiento por comuna según la clase social: Las comunas del Rechazo, aquellas donde vive la elite socioeconómica y política de Chile, tuvieron la más alta participación de la región: Vitacura con el 41,31%, Lo Barnechea con 36,21% y Las Condes con 34,25%. Asimismo, si bien no formó parte del grupo de las comunas del Rechazo, la también pudiente La Reina tuvo una participación del 33,68. Todas cerca de doblar al promedio nacional y muy por encima del 15,33% de Cerro Navia, el 15,32% de San Bernardo y el 13,69% de La Pintana, las tres comunas con menos votos de la región.

Fuera de las ya nombradas, las otras tres comunas con mayor participación en Chile fueron Zapallar con el 36,32%, Vichuquén con el 39,02% y Torres del Paine 41,75%, todas caracterizadas por también ser de los sectores más acomodados del país.

Así, hasta ahora, se cumple la máxima en cuanto a que la clase alta vota en mucho mayor proporción que la clase trabajadora, situación que podría distorsionar los resultados de la Convención Constitucional, pero que, sin embargo, podría ser revertida el día de hoy.