[resumen.cl] Hace unos días la banda Portador publicó su último trabajo, un cortometraje musical en torno a la leyenda de Llacolén. No obstante, vienen trabajando desde el 2012 con una propuesta musical que aspira a plasmar con autenticidad sus intenciones, vivificando el panorama musical local, pauperizado por los esquemas de comercialización rápida. Para conocer un poco más de este proyecto esplendoroso, conversamos con Igor Cerda Neira, miembro de Portador y profesor de educación musical, actualmente en paro en rechazo al proyecto de ley de Carrera Docente. Sus expectativas, desafíos y crítica musical, aquí.

-Recientemente publicaron el cortometraje de Llacolén, que precisamente narra esta leyenda que da nombre a una de las lagunas de la ladera norte de nuestra cordillera de Nahuelbuta. ¿Por qué decidieron trabajar sobre una leyenda local?

La decisión de recrear la leyenda Llacolén surge en primer lugar por estar ubicados en el mismo lugar geográfico que ocupa la leyenda. Tres de los integrantes de el grupo vivimos en San Pedro, y desde ya tiempo atrás tenemos una relacion con la laguna Grande, llamada Llacolén. A partir de ahí surge un segundo momento donde comenzamos a generar pequeñas ideas musicales, algunas de las cuales nos permitieron desarrollar música en un formato extendido, más grande que una cancion, y todo empezo a coincidir para que la leyenda se convirtiera en el sustento a un relato musical apoyado por un cortometraje.

¿Qué esperan de este trabajo?

Es un poco difuso, ya que cada miembro del grupo se plantea eso de manera personal, pero algunas congruencias son, por ejemplo, lograr una música penquista, pero alejándonos del formato más común, por ejemplo: Los tres o Los Bunker, Emociones Clandestinas, etc. Otra congruencia es la creación de una obra de arte audiovisual, y de esa manera, situarnos en el contexto de producción musical actual y ocupar un nicho subutilizado por los grupos de rock en la zona.

¿Cuáles son los elementos que pueden definir el proyecto musical de Portador?

Portador se dedica a contar historias de manera sonora, apoyados por material visual y textos que orientan la audición de la música. Para lograr relatar historias debemos utilizar procedimientos, formas, estructuras propias de el quehacer musical, alejándonos de la «canción», que es limitada en cuanto a posibilidades de relatar. En esa dirección, usamos todos los recursos disponibles, de variadas estéticas y lenguajes, para lograr el relato y lograr lo que es necesario para que la música «cuente» la historia.

¿Cuál es la importancia que tiene para la banda hacer música conceptual?

El grupo Portador se definió por intentar lograr una posición «progresiva» o de «vanguardia» en el contexto de la música local, pero intentando en lo posible, no sacrificar posibilidades de escucha, es decir, lograr un equilibrio dinámico entre el horizonte de expectativas del público local (acostumbrado a lenguajes tradicionales como la canción, el disco o el single) y el unvierso de posibilidades que en este momento hay en cuanto al uso de lenguajes sonoros, donde la música conceptual es la más accesible para trabajar con nuestros recursos.

-¿Qué dificultades identificas en este intento?

Varias, ya que para lograr lo necesario tenemos que tener una paleta sonora lo mas amplia posible (guitarras de diferentes tipos, teclados, sintetizadores, bajo, batería, otros accesorios, lo que cuesta mucho dinero) y todos ellos deben sonar lo mejor posible para que no se pierda la narración. Para lograr ciertas escenas hay que utilizar lenguajes sonoros que lamentablemente, no están instalados en el «sentido común» de los públicos actuales (armonías disonantes, ritmos irregulares, formas extendidas tanto en lo vertical como lo horizontal, duración de los eventos sonoros). De esa forma, el lograr contar la historia, pero que siga siendo accesible, es una dificultad, que por ahora hemos intentado superar.

Otra dificultad es la difusión. Lamentablemente Concepción no ofrece un circuito de locales donde se pueda hacer música en nuestro formato y producir música de larga duración no es una alternativa, ya que la industria musical fomenta la música de corta duracion en formatos lo más accesible posibles para generar la ganancia financiera más rapido y asegurar la inversión.

Además de Llacolén, Portador tiene otros proyectos musicales y algunos están en pleno desarrollo. Háblanos de ellos.

Sí, la primera obra se llama «Gaviota», que originalmente tenía un texto visual, pero que nunca pudimos llevar a cabo, por costo o por no contar con la colaboración adecuada. La última obra es la «La sordera del espía», ambientada en Concepción urbano, que cuenta con la narración de musica y comic. En dos meses más podremos realizar un lanzamiento de este trabajo.

Ahora estamos terminando la composición de nuestra siguiente obra, basada en una historia propia de ciencia ficción, llamada provisionalmente «Viaje fuera del planeta», la cual tendrá música apoyada por una novela gráfica, que todavía está en proceso de conceptualización.

Gaviota

La sordera del espía