Portuarios enfrentan nuevos desafíos en la lucha sindical
En la madrugada del viernes, representantes de la Unión Portuaria firmaron un acuerdo con miembros del Gobierno, siendo más tarde ratificado por los empresarios del rubro. El documento afirma el pago retroactivo del dinero equivalente a la media hora de colación no asignada para los trabajadores. Accederán a ella quienes acrediten un mínimo de 18 turnos en los últimos 6 meses del 2013 en las empresas firmantes. La cancelación se hará en una primera cuota de $1.500.000 en febrero y la próxima en fecha y cantidad aun no definida, pues dependerá de los años de trabajo que tenga cada uno en el sector, a contar del 2005.
También se consigna la obligación de los trabajadores de devolver $750.000 a su empleador «en caso de registrarse movilizaciones antes del 31 de mayo». Esta cláusula puede interpretarse como un intento de impedir que, para este año, los portuarios vuelvan a convocar a paralizaciones en torno a demandas educacionales, al menos hasta esa fecha.
Las cuestiones de administración portuaria, como la regulación de la entrega de tarjetas y la creación de un nuevo reglamento, quedaron para próximos encuentros.
Estas resoluciones dan respuesta a lo demandado inicialmente por los portuarios de San Antonio, no obstante no involucra los motivos que iniciaron huelga en Mejillones, dónde la movilización del Sindicato Unido de trabajadores contratados y eventuales, ha sufrido una dramática derrota. La empresa Ultraport y las mineras interesadas en la exportación de la carga, han usado inmensos contingentes policiales para cuidar el ingreso y operación de rompehuelgas.
La violencia hacia los trabajadores ha sido la tónica de esta movilización. Expresión de esto es que el trabajador del puerto de Angamos, Luis Gonzalez Fuentes (Maketi) aun está convaleciente de la golpiza que recibió, exponiéndolo al borde de la muerte. Las instituciones quisieron hacer creer que había sido un accidente de tránsito, pero la moto en que viajaba estaba intacta, a diferencia de su cabeza y resto del cuerpo.
Este conjunto de situaciones ha impuesto la desmoralización en muchos obreros que iniciaron la huelga y que optaron por retomar sus funciones. José Agurto, uno de los voceros de la Unión Portuaria del Bío Bío, planteó que están tratando de definir mecanismos para apoyar a quienes se vean afectados por las represalias que la empresa ha tomado.
Hasta el momento existen reclamos en cuanto a la prohibición de ingreso al puerto de San Antonio a los trabajadores que paralizaron, además de la permanencia de quienes oficiaron como rompehuelgas. Resumen intentó comunicarse con representantes de los afectados, infructuosamente, por cuanto la complementación de esta noticia quedará pendiente.
El involucramiento que ha tenido el resto de la sociedad en esta movilización conduce a reconocer la importancia adquirida por este sector de trabajadores, desde el punto de vista económico y también político. Se sumaron en apoyo con paralizaciones los trabajadores contratistas de la mina El Teniente, agrupados en el SITECO. En cuanto a la participación portuaria, llegó hasta el extremo austral con paralizaciones hasta en Puerto Chacabuco, región de Aysén.
Quienes intentaron contribuir a deslegitimar el paro fueron supuestos voceros de grupos muy precarizados, sin posibilidades de intervenir en relación a lo que se hablaba en su nombre. Tal fue el caso de supuestos representantes de temporeros y de pescadores quienes, según ellos no podían exportar su pesca.
Junto con las voces del empresariado que pedía directamente la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado, la prensa abordaba el tema, anunciando las supuestas «pérdidas sufridas por Chile» con la inactividad portuaria y los desórdenes callejeros, que en realidad eran los intentos de los obreros por impedir la entrada de rompehuelgas dentro de los carros de carabineros y la agresiva respuesta de éstos.
A continuación, se presenta un recuento de las luchas portuarias de estos últimos años.
El 2011 la unión de los portuarios de la región del Bío Bío logró la victoria de sus compañeros de Lirquén. Por mucho tiempo habían estado al margen de los procesos de reivindicación y de sus logros. A través de un paro regional conquistaron alzas salariales de hasta un 40%, además de que la empresa se retractara de todas las medidas represivas que había anunciado tomar en contra de quienes habían bloqueado el ingreso de rompehuelgas.
El mismo 2011, los portuarios fue uno de los gremios más activos en la lucha por derribar los pilares de la educación heredada de la dictadura. Sucesivas paralizaciones en los días en que se convocó a protesta nacional marcaron estas jornadas.
Para el 2012, un paro de todos los puertos de la región les permitió conquistar demandas que ya eran históricas y que, a través de los métodos del sindicalismo burócrata no hubieran tenido ninguna posibilidad de realización. Por ello es que los portuarios del Bío Bío, de San Antonio y Huasco pudieron recibir la devolución del dinero cobrado erróneamente por la aplicación del impuesto a la renta. Pudieron jubilarse los trabajadores que, teniendo 48 años o más, tenían alguna discapacidad física. Además de quienes tenían 53 años y más. Sólo en la región, comenzaron su descanso unos 200 obreros. Todos ellos jubilaron con una pensión vitalicia y heredable de unos 250 mil pesos, dispuesta a sumarse a la mísera pensión que percibirán a través de la AFP.
En medio de estos hechos fueron restableciéndose vínculos entre sindicatos de norte y sur, interrumpidos luego de pasados intentos organizativos. Así llegamos a marzo de 2013, cuando se efectuó el primer paro nacional portuario de la historia reciente en solidaridad con en el puerto de Angamos en Mejillones. Finalmente, la empresa Ultraport se comprometió a pagar un bono de colación y a permitir trabajar a quienes habían sido represaliados luego de movilizarse.
Hasta el momento, la acción ha sido el mecanismo que los portuarios de Chile han tenido para verse a sí mismos, su organización y su disposición a pelear. Esto constituye una diferencia con el sindicalismo al servicio de los patrones que tiene en la palabrería y la demagogia la manera de esconder su real compromiso. El desarrollo de las recientes experiencias abre nuevos problemas y discusiones. La negociación por rama productiva fue proscrito por el Código Laboral de la Dictadura y revertirlo implicará una gran lucha.
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