[resumen.cl] El desprestigio constante de Carabineros por los episodios de violaciones a los Derechos Humanos, la impunidad que intenta buscar su alto mando al respecto y la corrupción que tienen a la institución uniformada como autor del robo más grande de la historia de Chile, se han traducido -entre otras cosas- en una estrepitosa caída del 71% de las postulaciones a la Escuela de Carabineros, reflejando su crisis terminal.
«Hay mucho menos interés por ser carabinero», reconoció el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli. Según información reseñada por El Mercurio, desde los últimos años se ha producido una reducción constante y progresiva de entre 5% a 10% en los ingresos a la institución, en julio de este año solamente hubo un 29% de postulantes, mientras que el año pasado fue de 83%.
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Estas cifras son sólo otro síntoma del quiebre irreparable se ha producido entre la población y Carabineros, uno de tal magnitud que resulta evidente que no tiene vuelta atrás. Durante largo tiempo la institución reprimió con brutalidad al pueblo movilizado por sus derechos, especialmente durante la dictadura militar. A finales de 2019 la violencia policial contra las protestas populares visibilizada por las redes sociales y medios de comunicación no cuadrados con el statu quo, superó varios límites para la población. Los constantes episodios de violaciones a los Derechos Humanos ocurridos desde el 18 de octubre que incluyeron más de 400 personas con lesiones oculares graves, represión desmedida a niños y adultos mayores, disparo de perdigones a mansalva, uso indiscriminado de gases lacrimógenos, detenciones ilegales, golpizas y muertes, terminaron por separar inexorablemente al pueblo de Chile con este aparato policial. Asimismo, la denuncia del megafraude llamado «Pacogate» (el mayor robo en la historia de Chile), mantiene a la policía uniformada en el mayor descrédito ante la ciudadanía, una situación insostenible para el rol de cualquier policía.