Hoy 30 de diciembre, el presidente de la República, Gabriel Boric, aplicó un indulto presidencial a 11 presos políticos. Se trata de 10 manifestantes del Estallido Social y un miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Entre los indultados se encuentra Jordano Santander, víctima de tortura en un cuartel de la PDI y Felipe Santana, quien tiene un «retraso cognitivo».
Por Alejandro Baeza
A través de un comunicado pública, la presidencia informó la decisión de aplicar un indulto a 10 manifestantes que participaron de las protestas del Estallido Social y se encontraban en condición de prisión política: Juan Bastián Olguín Rivera (31 años), Jordano Santander Riquelme (38 años), Felipe Santana Torres (22 años), Cristián Cayupán Queupil (30 años), Francisco Hernández Riquelme (23 años), Bastián Campos Gaete (22 años), Luis Castillo Opazo (37 años), Sebastián Montenegro Coo (25 años), Claudio Romero Domínguez (21 años) y Brandon Rojas Cornejo (22 años).
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Además, también fue indultado el exmilitante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Jorge Mateluna de 48 años.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Jordano Santander, detenido el 2 de marzo de 2020 en una de las últimas protestas previo al inicio de la pandemia de Covid-19 en Chile, siendo condenado por el delito de homicidio frustrado en contra de un funcionario de la Policía de Investigaciones a cumplir 7 años y 4 meses de prisión efectiva en San Antonio, en un proceso judicial altamente cuestionado debido a las pruebas presentadas bajo tortura en el clamado «Caso PDI».
Fernando Leal, abogado de Felipe Santana, afirmó que «se le negó su derecho a defensa y debido proceso, toda vez que no hay prueba alguna que lo vincule con la hoguera». «Lo único que existe es una fotografía donde aparece tomando una malla que, posteriormente, aparece en dicha hoguera. Pero ningún juez ha sido capaz de acreditar que realizó el incendio», añadió. Asimismo, apuntó que el condenado tiene un «retraso cognitivo» que el tribunal no tomó en consideración en la resolución.
La noticia ha provocado el rechazo de la derecha política que quiere ensañarse con los manifestantes para usarlos de escarmiento hacia el resto de la población para que no vuelvan a ocurrir sublevaciones sociales y protestas de las magnitudes del Estallido Social, que en cada declaración que emiten pareciera les provoca pesadillas hasta el día de hoy.