Esta tarde los ocho presos políticos mapuche de Angol decidieron deponer la huelga de hambre que sostuvieron por casi cuatro meses. Alarmadas por la intransigencia del gobierno de Piñera para con el petitorio de los comuneros, fueron sus propias familias, comunidades y vocería quienes les solicitaron abandonar la extrema medida de presión.
Por Juan Contreras Jara / resumen.cl
El peligro de muerte es y era inminente para los ocho huelguistas, sobre todo considerando que ninguno de los emplazamientos, cartas o reuniones con el gobierno pudieron llegar a un acuerdo que destrabara la huelga de hambre, que hace once días era sin ingerir líquidos.
El gobierno se atrincheró en la intransigencia política fustigó Rodrigo Curipan, vocero de la huelga de hambre de los presos políticos mapuche de Angol, quien recalcó que "el gobierno perdió la oportunidad histórica de desarrollar un diálogo y en ese sentido, solo queda el hecho de que las comunidades deben y deberán continuar su proceso de reivindicación territorial y de movilización".
Cabe recordar que el pasado 26 de agosto el ministro de Justicia y DDHH, Hernán Larraín (UDI), se reunió en Collipulli con la vocería de los huelguistas pero no consideró ninguna de sus propuestas y negó la posibilidad de cambiar la medida cautelar de cinco de los ocho comuneros angolinos y el traslado hasta un Centro de Estudio y Trabajo (CET) de los tres presos actualmente condenados.
Sobre la actitud del gobierno de Sebastián Piñera Curipan fustigó que no fueron capaces de contribuir "a esa paz que siempre nos dicen que quebrantamos. Esta es una huelga que pudo demostrar que los mapuche pudimos hablar en igualdad de condiciones con el gobierno y no tuvimos la necesidad de intermediarios que intentaron imponer. Sostenemos que hay que seguir en ese camino, asumiendo este proceso como un proceso de crecimiento político".
Los ocho comuneros, pese a bajar su movilización, siguen exigiendo al Estado chileno y en particular al gobierno de turno, la aplicación del mencionado tratado internacional, con el afán de revisar la situación carcelaria que pesa hoy contra los veintisiete presos políticos mapuche actualmente movilizados.
Aspectos como el encarcelamiento son abordados por el Convenio 169 OIT y en su art. 10 y 10.2 exhorta que "cuando se impongan sanciones penales previstas por la legislación general a miembros de dichos pueblos deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales."
Además expresa que "Deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento", situaciones que jamás se ha cumplido con el pueblo mapuche.
La huelga en Lebu sigue y bordea los dos meses
En la provincia de Arauco la tozudez del gobierno de Sebastián Piñera contra el pueblo mapuche permanece intacta. Muestra de aquello ha sido el discriminatorio trato que han recibido los doce huelguistas de Lebu por parte de Gendarmería, que desde el lunes por la madrugada los trasladó primero a Los Ángeles y luego hasta Concepción sin razón alguna, situación por la que la justicia ya le solicitó explicaciones a la institución penitenciaria.
Hay que agregar que después de que se acogiera ayer el recurso de amparo presentado en su favor, el acoso se ha mantenido por parte de Gendarmería. Hoy, luego de su traslado desde El Manzano, el alcaide del penal de Lebu, Rodrigo Toro, ha negado el ingreso de las vocerías y familiares de los huelguistas, quienes pretendían constatar el estado de salud de los comuneros luego de su cruel traslado. Actualmente, Carabineros mantiene la cárcel lebulense cercada con vallas papales y contingente a pie.
Sobre esta situación Auka Castro, vocero de los presos políticos mapuche en huelga de hambre de Lebu comentó que, "llegaron sus familias para ingresarle sus encomiendas, porque con todo lo que paso no se había podido hacer eso, la manzana completa de la cárcel esta sitiada por dispositivos de Fuerzas Especiales. No nos pudimos acercar, no pudimos entregar encomiendas y el alcaide tampoco quiso recibirnos. No sabemos cómo llegaron porque se aisló completamente a los hermanos".
Con respecto a la situación en Lebu, el vocero expuso que la huelga de hambre liquida y seca se mantiene. Hasta el cierre de esta nota, tanto la vocería como los defensores de los comuneros continúan tramitando su ingreso al penal.