[resumen.cl] La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Concepción, Yolanda Méndez Mardones, sometió a proceso a los ex oficiales de Ejército y agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) Carlos Alberto Herrera Jiménez y "scar Alberto Boehmwald Soto, por su responsabilidad en el delito consumado y reiterado de aplicación de tormentos.
Las torturas fueron perpetradas en la comuna de Coronel, en noviembre de 1983, contra Miguel Aurelio Cid González, en la época profesor de matemáticas del Liceo de Coronel. En la resolución (causa rol 10-2018), la ministra Méndez Mardones procesó a los ex agentes represivos, en calidad de coautores del delito de lesa humanidad.
Cabe consignar que en junio pasado, la ministra ya había procesado a estos mismos individuos por el mismo delito de torturas, cometidos en contra de otros dos detenidos en la misma época de estos hechos.
Las víctimas eran militantes o colaboradores del Partido Comunista que funcionaba en la clandestinidad. Además, Herrera Jiménez está también procesado desde el año 2012 por el asesinato del militante comunista Víctor Hugo Huerta Beiza cometido el día 3 de noviembre de ese año, en la calle Sanders, próxima al cuartel donde operaba la CNI en calle Pedro de Valdivia con Bahamondes, en Concepción; la causa por el caso de Huerta (rol 24-2010) la tramita el ministro Carlos Aldana.
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Herrera Jiménez, alias "Bocaccio", "Don Mauro", permanece recluido en el Penal Punta Peuco condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la época de la dictadura; entre esos delitos se encuentran el asesinato de Tucapel Jiménez, el dirigente nacional de la ANEF en febrero de 1982, y del carpintero Juan Alegría Mundaca, ejecutado en julio de 1983 en Valparaíso.
A la época de los hechos, Herrera Jiménez era capitán del Ejército, utilizaba las chapas operativas de "Mario Bravo Oyarzún", "Marcos Belmar", o "Mauricio Gómez", formaba parte de la Brigada Regional Viña del Mar de la CNI y al mismo tiempo integraba una unidad especial destinada a ejecutar opositores a la dictadura. En esa condición arribó a la zona de Concepción a perpetrar acciones criminales.
Oscar Boehmwald Soto, alias "Pablo Benavente Rojas", a la época de los hechos también capitán del Ejército, era jefe de la Brigada Regional Puerto Montt de la CNI e igualmente formaba parte de esa unidad de ejecuciones secretas. Este criminal fue uno de los ejecutores de los asesinatos cometidos en la zona sur del país en la llamada Operación Alfa Carbón en agosto de 1984 y está condenado en primera instancia (aún en libertad) a 10 años y un día de presidio por el homicidio calificado de Juan José Boncompte Andreau en calle Rubén Darío en Valdivia.
Al respecto, la ministra ordenó: "Notifíquese esta resolución personalmente a los procesados, diligencia que será cumplida por funcionarios de Gendarmería en el caso del procesado Carlos Herrera Jiménez, por encontrarse éste recluido en el CCP de Punta Peuco; y por funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, en lo que se refiere al procesado "scar Boehmwald Soto, por encontrarse éste en libertad".
Los hechos
Las detenciones, torturas y asesinato forman parte de una operación preparada y organizada por la CNI para desarticular la actividad del partido opositor a la dictadura. Los primeros días de noviembre de 1983 son enviados a Concepción agentes de una unidad especial de la División Regionales del organismo represivo. En ese grupo, entre otros, venían los agentes de Viña del Mar (Herrera Jiménez y Cabrera Aguilar, ya fallecido) y de Puerto Montt (Boehmwald).
En Concepción los agentes operativos se ponen a disposición del entonces jefe regional Héctor Felipe Celedón Nohra, actualmente fallecido, quien imparte instrucciones a los equipos de CNI recién llegados, para la operar en contra de las personas pertenecientes al Partido Comunista que tenían localizadas por seguimientos y vigilancias previas.
Así es como se concretan una serie de detenciones de militantes del Partido Comunista, a partir de la madrugada del 02 de noviembre de 1983, entre otros, de Miguel Aurelio Cid González. Este último fue detenido el día 30 de noviembre de 1983, en horas de la mañana, en su lugar de trabajo, en el Liceo de Coronel.
La detención fue ejecutada por dos funcionarios de Carabineros, quienes lo condujeron primeramente a la Comisaría de Carabineros de Coronel y luego a la Tenencia de Lo Rojas; allí lo ingresaron a un calabozo, luego lo sacaron de ese lugar y en la guardia de esa Tenencia lo esposaron y vendaron; a continuación fue entregado a un grupo de funcionarios de la CNI, que, en un cuarto cerrado ubicado en el mismo lugar, comienzan a interrogarlo por sus vínculos políticos, siendo torturado mediante golpes de puño durante varias horas, amén de la tortura psicológica. Luego lo devuelven al calabozo, para unas horas más tarde, ir a buscarlo nuevamente y someterlo al mismo tratamiento de interrogatorios y golpes, al cabo de los cuales le quitan la venda y le hacen firmar una declaración que no pudo leer.
Al día siguiente, el detenido Miguel Cid González es trasladado a la Segunda Fiscalía Militar de Concepción e interrogado por el Fiscal Militar Pedro Marisio, quien lo envió incomunicado a la cárcel pública, ubicada en aquel tiempo en calle Chacabuco N° 70; luego de ser sometido a proceso, permaneció prisionero hasta el 29 de noviembre de 1985, oportunidad en que le concedieron la libertad bajo fianza.