Este jueves por la tarde se realizó un mitin que denunció los intentos de la institucionalidad estatal de dejar impune el asesinato del dirigente sindical Juan Pablo Jiménez. La actividad fue convocada por las federaciones estudiantiles de las universidades tradicionales de la provincia de Concepción y el Sindicato SINTEC.
Hasta el momento, los medios de propaganda empresarial se han remitido a publicar la apresurada declaración de la PDI, de que fue una «bala loca» la que pudo haber provocado la muerte del sindicalista, lo que ha sido cuestionado por diversas fuentes.
Los cuestionamientos provienen de personas independientes a la institucionalidad. Una de las voces que ha impugnado la versión y la acción policial es el investigador privado Francisco Pulgar, quien fue contratado por el sindicato al que pertenecía Juan Pablo. Pulgar ha denunciado que la PDI le impidió acceder al sitio dónde falleció para realizar un peritaje independiente, cuando esta medida no la había tomado con los medios de comunicación. Junto a ello, también puso en duda la posibilidad de que una bala como la que penetró el cráneo de Juan Pablo, haya tenido una trayectoria como la que es propia de una supuesta «bala loca».
El actuar de todo el bloque de poder dominante constituye el intento de cubrir este crimen con un manto de impunidad. Antecedentes que lo indican es que la empresa AZETA, en la que laboraba Juan Pablo, y su mandante CHILECTRA, no se ha pronunciado en favor del esclarecimiento de este hecho; una marcha realizada este miércoles en Santiago, en que sus familiares y diversas organizaciones exigieron una investigación con resultados veraces, fue reprimida ferozmente por la policía.
Este jueves, por la madrugada, los trabajadores de la Región sufrían la pérdida de otro compañero. Carlos Alberto Anacona Pinilla de 26 años, trabajador de una empresa constratista (subcontratado igual que Juan Pablo y que miles) de ENAP, murió en un accidente mientras laboraba en horas de sobretiempo, según informaron representantes de la CUT, agregando que el procedimiento fue complemente erróneo, pues en un primer momento se le llevó al Hospital Regional de Concepción y luego al Higueras, cuando se le debió haber llevado a un recinto especial para accidentes laborales.
Gran parte de la accidentabilidad laboral se da en condiciones de indefensión absoluta de los trabajadores, lo que incluso permite que, jurídicamente, sean las propias víctimas las catalogadas como responsables de su propia desgracia.
Así cómo ha sido la tónica en nuestra historia, no le cabe más que al pueblo juchar contra la impunidad de los crimenes de los que han sido víctimas sus hermanos. Esta lucha se expande en diversos sentidos, uno fundamental es crear y fortalecer la organización sindical.