[resumen.cl] Este mes de febrero podría ser votado para su aprobación o rechazo, el controvertido proyecto minero de extracción de tierras raras en Penco.
En octubre, la propietaria empresa minera Hochschild anunció que se separará del proyecto en el fundo El Cabrito de Penco y éste será cotizado por separado en la bolsa de valores de Toronto (Canadá) por la empresa Aclara Resources (ex Biolantánidos).
El consejero regional electo Rodrigo Vera, indicó a Biobiochile que cree que la votación de este controvertido proyecto podría ocurrir este mes de febrero.
Organizaciones socioambientales exigen que el proyecto no quede «amarrado» al final del gobierno de Piñera y piden adelantar plebiscito ciudadano para este 27 de febrero.
Víctor Hugo Figueroa, el alcalde de Penco, había anunciado el pasado lunes 18 de enero durante la tarde y por Facebook, que se realizará una Consulta Ciudadana para definir si la ciudadanía pencona apoya o no el proyecto minero de Tierras Raras en la histórica ciudad.
Este miércoles el Concejero Regional Javier Sandoval solicitó al gobernador Rodrigo Díaz «agotar las gestiones necesarias para pronunciarnos como Gobierno Regional del Biobío en la tercera y última de estas adendas del proyecto»
Además el CORE solicitó «convocar a una comisión de medio ambiente y una posterior sesión del Consejo de Gobierno Regional del Biobío donde podamos mantener y actualizar nuestro rechazo al proyecto minero biolantánidos»
Ante la creciente demanda mundial: Peligro del inicio de una explotación de tierras raras a gran escala en el Biobío
Lo que los empresarios mineros están buscando en Penco y la cordillera de la costa de la región del Biobío son Tierras Raras. Un grupo de minerales que se han vuelto sumamente codiciados por las empresas y los Estados más industrializados del mundo.
Estos elementos se consideran indispensables para el desarrollo de nuevas tecnologías marcadas por aplicaciones cibernéticas, desarrollo creciente de la inteligencia artificial, nuevos materiales para dispositivos bélicos por parte del complejo militar-industrial y de programas espaciales de las potencias imperialistas, tales como aleaciones para fuselaje de aeronaves y vehículos espaciales, o sistemas de guías de misiles y aviones no tripulados (drones).
Algunas aplicaciones civiles incluyen el desarrollo de microprocesadores, dispositivos de almacenamiento eléctrico e información digital, el desarrollo de energías eólica, solar, vehículos, medicina alópata, smartphones, cámaras digitales, televisores LED, baterías recargables, entre otras. De esta forma las Tierras Raras se constituyen como unos elementos altamente estratégicos en el campo de la geopolítica mundial.
Sin embargo, las tierras raras también se han hecho conocidas por los altos impactos socioambientales asociados a su extracción. Por ejemplo China, el país que produce cerca del 95% de estos minerales en el mundo ha presentado graves contaminaciones químicas y radioactivas en zonas de Mongolia Interior.
La eterna y falsa promesa de explotación minera «sostenible»
Aunque se ha promocionado como «sostenible» las comunidades no confían en que las operaciones no generarán efectos socioambientales significativos. Además, las participaciones ciudadanas han sido calificadas como «fallidas». Por lo tanto, el proyecto genera un amplio descontento en la comunidad.
Por su alto consumo de agua, remoción del suelo, especies amenazadas, disposición de desechos potencialmente radioactivos, contaminación asociada a faenas mineras, además de su alta probabilidad de expansión en la Cordillera de la Costa, entre otros impactos, la intervención se configura como una amenaza latente para la Región del Biobío.