[resumen.cl] Este domingo se realizarán las elecciones parlamentarias en Venezuela, en un decisivo proceso en que el chavismo buscará vencer como otras tantas veces a la oposición venezolana. Sabotaje, bloqueo económico, procesos de desestabilización política y financiera conducidas por países limítrofes bajo órdenes de Estados Unidos, no han sido suficientes para hacer caer al gobierno de Maduro. Las elecciones de este domingo será otra oportunidad de mostrar la fortaleza del proceso o bien un retroceso en él.
El gobierno bolivariano espera una masiva participación electoral en los comicios de este domingo, donde cerca de 20 millones de votantes elegirán 277 nuevos diputados de la Asamblea Nacional. Se trata de un proceso eleccionario donde se aumentó la cantidad de representantes, de 167 a 277, con el fin de aumentar la representatividad de las minorías luego de seguir una serie de acuerdos a que se llegó con la oposición, o al menos, la que participará de los comicios.
Cabe recordar que las elecciones se realizan en un tenso conflicto que involucró una férrea intervención de países alineados con Estados Unidos, luego que en el 2017 fuera cuestionada por Nicolás Maduro quien otorgó el poder de la Asamblea Nacional a la Asamblea Nacional Constituyente, debido a que la Asamblea Nacional electa se encontraba en desacato de un fallo del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. La corte estableció que la entidad entró en desacató al permitir la juramentación de 3 parlamentarios de oposición del distrito Amazonas que habían sido acusados de compra de votos.
La decisión del gobierno fue cuestionada por los países y organizaciones alineadas con Estados Unidos y fue en este contexto que Juan Guaidó, presidente de la asamblea nacional declarada en desacato, se autoproclamó presidente interino, intentando formar un gobierno paralelo, gestionando maniobras internacionales que implicaron incluso retención del oro venezolano en Inglaterra, pero cuyo proyecto desestabilizador hoy en día ha finalmente fracasado. Guaidó hoy es un cadáver político.
No obstante el fracaso de esta maniobra y otras intentonas desestabilizadoras, el pueblo venezolano ha sufrido intensamente los últimos años debido, fundamentalmente, a la pérdida de ingresos y déficit de importaciones producidas por el feroz bloqueo económico contra la República Bolivariana. Fue el propio mandatario venezolano, Nicolás Maduro, que reconoció en septiembre de este año que el país registró entre 2014 y 2019 la brusca caída del 99% de sus ingresos petroleros, base fundamental de las políticas sociales redistributivas de las riquezas en el país.
El proceso eleccionario ha sido cuestionado hace meses por distintos sectores - la mayor parte de ellos son los mismos que han apoyado a Guaidó- que han rechazado la elección de los miembros del Consejo Nacional Electoral por parte de la Asamblea Nacional Constituyente, alegando que eso es facultad de la Asamblea Nacional. En cuanto a los sabotajes, cabe recordar que el 8 de marzo de este año un grupo autodenominado "Frente Patriota Venezolano" se adjudicó la quema de 49.408 máquinas de votación, 400 boletas electrónicas, 22.434 inversores de corriente, 127.000 boletas electrónicas y 49.323 sistemas de autenticación integrada. Sistema que se tuvo que fabricar nuevamente para poder realizar las actuales elecciones. Cabe recordar que hay sectores de derecha que han llamado abiertamente a la intervención militar extranjera, al sabotaje en las elecciones y a protestas. Sin embargo, desde el Gobierno venezolano se ha hecho la apuesta por un proceso tranquilo y transparente, pese a que la población sufrirá las dificultades del traslado a los centros de votación, en un país petrolero donde los combustibles escasean. El proyecto histórico chavista y la voluntad del pueblo bolivariano serán puestos a prueba, nuevamente, en las urnas.
Fotografía de contexto extraída de timingpolitico.com.ar