J. Fede Holzmann I*

El rechazo a la Constitución del 2022 ganó en prácticamente todas las comunas del territorio continental, pero en la «Polinesia Chilena» con 2355 votos el 55,81% de la población de «Isla de Pascua» aprobó la nueva Constitución. ¿Y esto que significa?

Los rapanuis desde la década de 1960 gozan de ciudadanía chilena, antes de eso eran siervos de la Compañía Explotadora de Isla de Pascua que estaba a cargo de una Subdelegación de la Armada. Los rapanuis vivieron durante casi un siglo en continua dictadura militar y empresarial, encerrados en la «Cárcel isla» bajo argumentos de dictadura sanitaria por la lepra. El Estado que de envés de hacer valer el pacto que habían hecho con los nativos en 1888, trató a la isla como su propiedad, al punto de intentar venderla en repetidas ocasiones antes de la Segunda Guerra Mundial a cambio de dos buques de guerra a varios imperios como la Alemania Nazi, Japón Imperial y Estados Unidos. De hecho el primer mandato legal hecho por el Estado de Chile pos-guerra civil 1891, es la de concesionar la Isla a Merlet, y luego a una transnacional anglo-escocesa Williamson-Balfour.

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¿Entonces que sucede si el Acuerdo de Voluntades de 1888 no ha sido ratificado por el Estado de Chile, y Rapa Nui esta aprobando el mandato constitucional de 2022? ¿Este al ser anexado ilegalmente como territorio al Estado de Chile en 1888 está eligiendo su Constitución de forma soberana? Si consideramos que los rapanuis no se autoidentifican como chilenos, tiene mucho sentido de que aprueben ser parte del Estado de Chile de forma plurinacional, para dejar de ser efectivamente una colonia del Estado.

Desde la perspectiva del derecho positivo,  de la escuela de Derecho de egreso de Boric, la Universidad de Chile, lo que prima es la razón de estado, ya que el Estado de Chile es constitucionalmente unitario y por lo tanto rapanui debe acatar. Pero como sabemos, el positivismo también ha sido usado en un pasado para desposeer a los pueblos indígenas y campesinos de sus formas de derecho y legitimar su ocupación estatal violenta de modo genocida y colonial, imponiendo la «razón de estado» en una supuesta «terra nullis», sobre la idea de que eran tierras en un desierto incivilizado.

Mas, esta tesis «obvia» para los oficiales y burócratas estatales (ya que el positivismo asume como obvia la interpretación rutinaria y opresiva de la ley), podría no ser tan «obvia» para Pueblo Rapanui y comunidad internacional, principalmente la de las islas polinesias. El tema de la «descolonización de rapanui» no es algo que pase desapercibido por  ONG y académicos, incluso habiendo solicitudes de miembros rapanuis hacia la ONU de autodeterminación. Esto se torna mas grave cuando entendemos que casi 2/3 de la población Rapanui es un potencial candidato a tener nacionalidad francesa, ya que existe una diáspora Rapanui en la Polinesia Francesa. Si sumamos esto a que el pueblo rapanui recibe anualmente visitas, que le dan poderosos contactos internacionales, podemos concluir que el pueblo Rapanui si esta en condiciones de reclamar la legitimidad del reglamento en la isla, siempre que estos quieran presionar lo suficiente.

El Estado de Chile ya desde algunos años otorga extraordinaria autonomía y restricciones a la Gobernación y Municipalidad con la excusa de ser una «lejana posición», lo que en pandemia de Covid se ha visto acrecentado, pasando incluso al aislamiento sanitario, pero continuando la aplicación ilegitima del «Estado-Nación unitario» de Chile, la cual no tiene sentido en un territorio donde al menos se hablan 4 idiomas (español, francés, inglés y rapanui).

Si el actual Gobierno acepta la tesis "obvia" iuspositivismo, fácilmente la relación con rapanui podría escalar a situación internacional si no es que no se llama a un proceso constituyente representativo.

*Organizador de Red profesional de Sociólogos y Sociólogas en Chile. Doctorante en Arqueología en Historia de las Ciencia sobre "Isla de Pascua" Universidad Nacional de Tucumán, Instituto Arqueología y Museo fundado por Alfred Metraux.