[resumen.cl] Pasado el mediodía de este miércoles, manifestantes se reunieron en la Universidad de Concepción para denunciar la participación de esta casa de estudios en el negocio extractivista de monocultivos forestales. Denuncian que la investigación que se realiza en la universidad está al servicio de los intereses empresariales y no de las necesidades reales de la población.
Los manifestantes recorrieron distintas zonas de la universidad para informar a los estudiantes acerca de la participación de la Universidad en el Congreso de Biotecnología de Árboles 2017 de IUFRO [Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal, por sus siglas en inglés] que se desarrolla durante esta semana en la ciudad.
Frente a Rectoría se agruparon bloqueando el tránsito de calle Víctor Lamas y denunciaron los impactos socioambientales de los monocultivos para las comunidades mapuche, campesinas y de bordes urbanos. Además, se refirieron a la participación que tiene la Universidad con distintos rubros extractivistas, y específicamente con el modelo de plantaciones forestales a través de sus facultades de Ciencias Forestales y el Centro de Biotecnología, entre otras.
Según señalaron, los asistentes a la concentración buscaban «Manifestar su repudio y descontento, ante las autoridades [universitarias] que han avalado esta situación, en que los espacios de la universidad han sido vendidos a estos empresarios»
Además, recalcaron que sus motivaciones tienen que ver con la mantención de formas de vida y subsistencia para la población, que sean viables de desarrollar en el territorio «Estamos protestando en defensa de una vida digna y con futuro, esa es la lucha que estamos impulsando acá. Nosotros no queremos vivir de nuevo el episodio de los incendios forestales, que destruyeron nuestras comunidades, que arrasaron con nuestras fuentes de trabajo y que están arrasando también con nuestra salud, con nuestras condiciones dignas de vida» señalaron.
Los asistentes denunciaron que precisamente las nuevas herramientas biotecnológicas desarrolladas para la industria forestal, incrementarán los efectos que este modelo productivo genera en los territorios, apuntando a la escasez hídrica y el alto peligro de incendios forestales, entre otros efectos. Además, se refirieron al reciente despeje de trabas legales para el proyecto M.A.P.A. o Nueva Horcones de Celulosa Arauco, el incremento de su producción y su participación en el negocio de energías renovables no convencionales.
Posteriormente los asistentes a la concentración avanzaron hacia el interior de la casa de estudios para manifestarse en las afueras de la Facultad de Ciencias Forestales y el Centro de Biotecnología de la Universidad. Junto a este último edificio, los manifestantes desplegaron lienzos, gritaron consignas y arrojaron panfletos contra este negocio extractivista y sus disciplinas científicas asociadas.
El desarrollo de conocimiento científico para el servicio de intereses empresariales.
En los últimos años, la investigación en biotecnología vegetal ha avanzado en la región del Bío-Bío, principalmente en universidades y centros de investigación asociados a la industria privada. Únicamente, en la Universidad de Concepción, se han desarrollado en su Centro de Biotecnología y otras facultades, varias líneas de investigación orientadas entre otras temáticas, a facilitar aplicaciones para la industria forestal. En esta casa de estudios se realiza investigación de las características estructurales de la lignina, buscando mayor extracción en el proceso industrial, y mayor rendimiento en la fabricación de pulpa de celulosa. Se desarrolla también la fabricación de biocombustibles en base a monocultivos forestales, buscando un nuevo mercado energético para las empresas forestales. Se desarrollan aplicaciones de biocontrol para enfermedades en las especies usadas en monocultivos, ya que en zonas forestadas con estos se han perdido las especies que controlaban ciertas plagas. También se cultivan bacterias para promover el mayor crecimiento y mejor enraizamiento de plantas de monocultivos.
Varios temas de investigación se desarrollan en función de la modificación genética de pinos y eucaliptos, siempre buscando una mayor tasa de crecimiento, un mejor rendimiento en la producción de celulosa y una mejor extracción de compuestos de interés para la industria. Además se busca que los futuros árboles plantados tengan mayor tolerancia a cambios ambientales, con el objetivo de prevalecer en los nuevos escenarios climáticos que se proyectan para las próximas décadas. También se desarrollan aspectos de bioseguridad asociados a este uso de árboles modificados genéticamente.
El hecho que la Universidad de Concepción sea una de las instituciones organizadoras del Congreso de Biotecnología de Árboles 2017 de IUFRO e impulse los servicios asociados a la industria extractiva en la región y el país no es algo baladí o anecdótico. Por ello es necesario exponer una interpretación de esta situación, reiterada en las diversas universidades del país: Con la imposición de políticas neoliberales, las universidades dejaron de recibir el financiamiento del Estado que les permitía funcionar, por cuanto sus directivas, en contubernio con el poder político y económico, han buscado financiarlas a través del cobro de aranceles a estudiantes y la venta de servicios a las empresas privadas. Así es como, la universidad, que podría ser un polo de desarrollo de conocimiento en beneficio de la sociedad, hoy constituye un centro al servicio de la sofisticación de técnicas y productos que facilitan las inversiones extractivistas y amenazan la vida de nuestras comunidades. Por ello, acabar con la mercantilización de la educación y el modelo de las universidades empresa, donde solo sus gerentes deciden qué se hace en ellas, es fundamental.